El hombre que quiere ponerle corazón a las 'tragaperras'

Detrás de ‘Piru’ se esconde Andrés Turienzo Llamazares, detrás de este conocido ciclista y carnavalero vive un buen tipo, con un enorme corazón, que un día pensó que podría poner corazón a las tragraperras que son su empresa: Vestas

Fulgencio Fernández
23/09/2018
 Actualizado a 19/09/2019
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Piru —Andrés Turienzo Llamazares— es el típico personaje que siempre se convierte en el centro de atención aunque él no lo quiere. Piru es el típico tipo al que se le suele llamar «buena gente», con buen corazón, y cree que esos buenos sentimientos son habituales, lo normal, qué motivos va a haber para no tenerlos.

Por eso, cuando vio que en su empresa —Vestas— había problemas muy graves y la sede de la misma estaba muy lejos, en Dinamarca, a 2500 kilómetros, no dudo en coger su bicicleta y una carta escrita con el corazón para llevársela a los jefazos. Piru cree que a todo el mundo se le ablanda el corazón y aunque el camino se le hacía muy duro «sólo con pensar que cada día la meta estaba más cerca, que los compañeros estaban en Villadangos siguiendo cada paso, seguía y seguía...». Y llegó.

Llegó y entregó la carta a un tal Jean Marc Lechene, en cuya tarjeta parece que pone algo así como VP de Manufacturing y Global Procurement, que debe ser muy
importante. Y el bueno de Piru decía convencido que «me pareció ver que se emocionaba». Ojalá sea cierto lo que quiso ver pero todo apunta a que leyó el corazón con sus ojos; y los ojos de Piru tienen otra mirada, otra forma de leer. Ojalá me equivoque y al gran danés le haya tocado el corazón.

Sería la mayor gesta de Piru, ponerle corazón a las tragaperras, algo mucho más difícil que aquello a lo que está acostumbrado este bañezano de 30 años, gran deportista, «enamorado del ciclismo y de los retos personales, con el único fin de superarme a mi mismo y disfrutar de la bicicleta».

Así hizo los 750 kilómetros delCamino Francés (Roncesvalles-Compostela) de una sola tirada, en 35 horas y cuarto; así fue a la boda de un amigo en Córdoba en seis etapas de bicicleta, así preparaba nuevos retos para el 2018, después de la felicidad de haber sido +turvago de Honor en su Carnaval bañezano, donde no se olvidan sus disfraces femeninos —dicen que para lucir sus piernas de ciclista— de Cruella de Vil, Amy Winehouse, Lara Croft o Batwoman... irrepetible.

Piru podía haber sido el ejemplo de que es cierto que la Formación Profesional funciona pues terminó su ciclo formativo superior en automoción y entró en Vestas.

Hasta que un día se atravesó en su camino la decisión del cierre de Vestas y aparcó todo para tratar de ser el hombre que le pone corazón a las tragaperras.

Ojalá lo haya logrado.
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