LNC Cofrade: Virgen del Camino

La romería con la que María del Dulce Nombre conmemora su Aparición cumple 25 años

Carlos García Rioja
16/05/2020
 Actualizado a 16/05/2020
Como cada año, en 2019 la romería concitó multitud de fieles en torno a la Virgen del Camino. | L.N.C.
Como cada año, en 2019 la romería concitó multitud de fieles en torno a la Virgen del Camino. | L.N.C.
Cuenta la leyenda que, el 2 de julio de 1505, la Virgen se apareció al pastor Alvar Simón, dando inicio a una de las mayores devociones marianas de la provincia que, con el paso de los años, se convirtió en la patrona de nuestra región, siendo su santuario –hoy basílica– centro de peregrinaje para miles de devotos año a año, generación tras generación.

Pese a ello, la conmemoración de ese origen, su Aparición cinco siglos atrás, permaneció arrinconada hasta 1995, cuando la Cofradía de María del Dulce Nombre decidió ponerla en valor de la mano de los Dominicos. La relación con la orden había nacido al tiempo que la penitencial femenina, cuando fray Manuel Morán recibió el encargo de realizar la copia de la Virgen del Camino que procesiona cada tarde de Jueves Santo. A ello se unió el impulso del entonces sacristán del santuario, el recordado padre Eustoquio Hospital, y la decisiva colaboración municipal, poniéndose los mimbres de una celebración que, desde entonces, cierra cada año el ‘curso cofrade’ en León.

Poco ha cambiado la romería-procesión de la Aparición desde aquel 2 de julio de 1995. Coincidiendo con el 490 aniversario del acontecimiento y con la fecha –se organiza el domingo posterior cuando esta coincide en jornada laborable–, en aquella ocasión las hermanas de negro y verde procesionaron a su titular desde la parroquia, donde ya recibía culto, hasta el santuario. Un recorrido histórico que ha quedado reservado para las grandes ocasiones, habiéndose repetido en tres: 2005 (quinto centenario de la Aparición), 2009 (proclamación como basílica menor) y 2017 (veinticinco aniversario de la cofradía).

Normalmente, la romería se desarrolla a la inversa, concluyendo en el humilladero, levantado en donde se supone que se produjo el milagro.

Acompañada musicalmente por la extinta banda de flautas y timbales de la penitencial hasta su desaparición en 2000, ahora es la municipal de Valverde de la Virgen la encargada de marcar el paso de un acto con eminente sabor leonés. Si en 1997 comenzó a desfilar el pendón de la localidad, hoy son decenas los que lo hacen, junto a varios grupos de bailes regionales como Abesedo, Agua Viva o San Froilán, que amenizan toda una celebración que, tras la eucaristía con el canto del ramo a la Virgen, concluye en torno a una paella compartida por fieles y participantes.

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