LNC Cofrade: 75 años juntos

La entidad precursora de la Junta Mayor cumple tres cuartos de siglo

Carlos García Rioja
11/05/2019
 Actualizado a 18/09/2019
Las tres cofradías existentes en León en 1944 aunaron sus fuerzas para trabajar en iniciativas conjuntas. | JUNTA MAYOR
Las tres cofradías existentes en León en 1944 aunaron sus fuerzas para trabajar en iniciativas conjuntas. | JUNTA MAYOR
El 15 de mayo de 1944 –el próximo miércoles se cumplen 75 años– se constituye la Comisión Pro-Fomento de las Procesiones de Semana Santa, cuya acta fundacional suscribieron las juntas de seises de las tres cofradías entonces existentes en nuestra ciudad: Jesús, Angustias y Minerva, ateniéndonos al orden en que se citan en un documento rubricado por veintiséis papones, muchos de ellos de ilustre apellido. Así, «la idea hace tiempo lanzada» toma cuerpo tras varios años de iniciativas conjuntas de las tres penitenciales en busca de financiación, como la edición de una revista anual desde, al menos, 1938, y la venta de Lotería de Navidad, desde 1942, propuesta que llega de la mano del abad del Dulce Nombre, Gonzalo de Paz, permitiendo la adquisición de nuevas andas e imágenes, como el paso de ‘La Borriquilla’, estrenado en 1944.

Conscientes de que la «Unión de Cofradías de Semana Santa» –como se la denomina en algún escrito– es la mejor fórmula para ‘sanear’ las maltrechas arcas de la posguerra, se crea esta Comisión de la que nacerá, en tres años escasos, la actual Junta Mayor. Para formarla, son elegidos el abad y un seise por congregación: Dustán Prim Grande y Tomás Fernández Ladreda (Jesús), Francisco Fernández Gironda y José Pinto Maestro (Angustias) y Lázaro Crespo Moro y Ángel Suárez Ema (Minerva), designando como secretario a Luis de la Puente Arrimadas (también de Minerva); de hecho, en la práctica, los secretarios serán convocados a las reuniones.

La continuidad en las acciones llevadas a cabo marca, en buena medida, la actividad del nuevo organismo, como demuestran la docena de juntas celebradas en los restantes meses de 1944 dedicadas a organizar la venta de una Lotería de Navidad que permitió repartir un total de 25.606,85 pesetas a razón de un 50% para el Dulce Nombre y un 25% para cada una de las otras dos penitenciales. A este montante se sumarían en 1945 distintas subvenciones oficiales por un importe de 6.434,50 pesetas, distribuido de igual forma.

Quizá por este motivo, ese mismo año se comienza a hablar de una «Junta Magna» −embrión de la actual, fundada en 1947− que también estaría formada por representantes institucionales y en cuyos estatutos comienza a trabajar Suárez Ema, aunque tardarán décadas en ser consensuados tras numerosas propuestas: el primer reglamento de la Junta Mayor no será aprobado hasta 1972.
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