Llamas que reavivan viejas heridas

El último grave incendio del Teleno "caldea" el ambiente y moviliza a los pueblos y vecinos de la zona afectada en contra de un campo de tiro que "causa problemas"

Patricia Ferrero
11/09/2022
 Actualizado a 11/09/2022
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Más de dos semanas hace ya desde que se activó el incendio del Teleno, iniciado el pasado 23 de agosto, declarado ya de nivel 0 tras haber llegado al 2 de peligrosidad. No es el primero que se origina en esta zona, pero sí uno de los más importantes en cuanto a repercusión, que reabre, además, viejas heridas relacionadas un campo de tiro que es poco o nada deseado por los vecinos de la zona.

No son solo las más de 4.000 hectáreas calcinadas –la mayoría dentro del campo de tiro-, sino que las llamas han dejado al descubierto una importante deficiencia a la hora de determinar las actuaciones para su extinción, lo que ha puesto de manifiesto el hartazgo de los habitantes de este territorio, que pocos o muchos, se han visto amenazados por un fuego «descontrolado», que ha causado estragos en algunos de sus recursos.

Los alcaldes de Luyego –municipio en el que se enmarca el campo de tiro–, Lucillo y Truchas, enviaron hace unos días una carta al Ministerio de Defensa solicitando el desmantelamiento del campo, así como una reunión en la que se diera a conocer la situación y el sentir de los vecinos. La respuesta se hace esperar, ya que, según explica a este periódico el alcalde de Luyego, Luis Martínez, «a día de hoy nadie ha contactado con nosotros. Pedíamos que se llevara a cabo con cierta premura, por la importancia que tiene, pero aún no sabemos nada».

El regidor recuerda que este problema no es puntual; «siempre se han producido incendios y siempre ha habido el mismo problema, porque al haber proyectiles sin explotar en el campo no se puede actuar». El regidor apunta que ya en diciembre de 2020 hubo una reunión con el Ministerio y se abordó el tema. En ese momento, señala Martínez, «se nos dijo que había un plan elaborado entre el Ministerio de Medio Ambiente y la Junta de Castilla y León, y que con ello estaría controlado. Existe ese plan, pero el problema sigue ahí», sentencia el primer edil del municipio maragato, que apostilla que «mientras el incendio esté en el campo es competencia del Ministerio de Defensa, pero si se sale del perímetro pasa a ser de la Junta. El problema es que se les ha escapado. No entendemos por qué si hay un plan que en teoría funciona…». Reconoce que las actuaciones para su extinción no han sido las adecuadas, porque por la complejidad de este entorno «hay que estar presionando para hacer contrafuego, y el día que se salió fue porque no se hizo. Creemos que el protocolo que tienen no ha funcionado», afirma.

Las mismas palabras se recogen del alcalde de Lucillo, Pedro de Cabo, que asegura que «aunque el incendio esté apagado, el ambiente está muy caldeado». Principalmente porque, como su homólogo de Luyego, apunta que «el incendio se descontroló. Mientras estaba en el campo de tiro no se podía apagar, por la problemática que entraña, y se escapó». Además, ambos regidores añaden que esta problemática está causando daños en la zona. «En 2021 hubo un incendio provocado por las maniobras que nos provocó problemas de agua en Luyego y Priaranza», según Martínez. Cuando hay un incendio como el de este verano «ataca los filtros de las tuberías, etcétera». Y estos estragos los sufren y los pagan los vecinos. Pero no solo en lo que tiene que ver con el abastecimiento de agua, sino que también ataca a otros recursos, como son los robles o las colmenas que se han perdido, y «aunque hay seguros, no llegan para nada», manifiesta el alcalde de Lucillo, un municipio que a lo largo de estas duras semanas de incertidumbre ha visto cómo dos de sus poblaciones, Boisán y Filiel, estuvieron amenazadas hasta el punto de, al menos en el primer caso, plantearse su evacuación.

Este problema también ha puesto sobre la mesa otras situaciones que padecen los habitantes de esta zona, relacionadas con las maniobras en el campo de tiro. De esta manera, «tenemos reclamados arreglos de caminos que estropearon por unas maniobras el pasado 2019», agrega Martínez, incidiendo en que «al margen del incendio… son bastante poco diligentes a la hora de poner solución a los problemas que generan».

Con todo ello, los regidores de las zonas afectadas insisten en que «tiene que haber un cambio. Con respecto a las administraciones competentes, sostienen que «tienen que dejar de hablar y empezar a actuar», porque entienden que este incendio ha sido un «atentado contra el Medio Ambiente. Sabemos que éste lo ha causado un rayo, pero el hecho de la actuación es consecuencia de la actividad. El primer día no había ni 100 metros cuadrados de incendio. No se puede seguir así, son muchos años ya y hay que buscar soluciones, y nuestra obligación es intentar encontrarlas», concluyen los responsables políticos de los municipios maragatos.

Sobre el campo de tiro

A lo largo de la historia, el Teleno ha experimentado innumerables incendios, siendo uno de los más importantes el que tuvo lugar el pasado 2012, que dejó calcinadas más de 11.000 hectáreas. Pero la situación se recrudece con este campo de prácticas de tiro militar, propiedad del ejército desde los años 80, que en esta problemática ha sido en ocasiones causa y consecuencia. No todos los fuegos que han tenido lugar en el Teleno pasan por el campo de tiro, pero las maniobras militares han sido las responsables de algunos de ellos. Algunos ejemplos son los incendios que se dieron en 1998, que arrasó más de 3.000 hectáreas, en 2005, que acabó con varios ejemplares de diferentes especies arbóreas, o uno mucho más reciente, en primavera del pasado 2021.

A esto hay que sumar la dificultad que entraña actuar. La peligrosidad de este espacio hace imposible el acceso a medios aéreos y terrestres, por la presencia de material explosivo sin detonar, y esto ha conllevado, en el último caso, que el incendio se propagara durante días sin posibilidad de detenerlo. Ahora el incendio se considera apagado, pero las llamas han reavivado viejas heridas, siendo la gota que colma el vaso para estas poblaciones, que seguirán «haciendo ruido hasta que se nos escuche y tenga en cuenta». Y lo harán con el respaldo de los vecinos del Teleno, que se han mostrado cansados de esta situación. De hecho se ha convocado una concentración el día 17 para mostrar públicamente su hastío y hacer fuerza para que situaciones como la que se ha vivido este verano en esta zona leonesa «no vuelvan a repetirse».
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