Llamadas comerciales

Todas, o casi todas las semanas, en ocasiones varias veces, en alguna de las líneas de teléfono que tengo a mano para descolgar cuando suena, recibo una llamada para venderme algo. Supongo que a usted le suene esto que le voy a contar. También puede darse la circunstancia de que usted sea el que llama y entonces no sólo le va a sonar más que familiar sino que podría dejarle este hueco para que contara una decena de anécdotas de los cientos que oye a diario.

A la primera llamada, siempre con cortesía, le indico al comercial que no me interesa su propuesta en los primeros diez segundos de conversación, le sugiero que no pierda su tiempo ni me haga perder el mío y le animo para que continúe llamando al siguiente de una lista donde debemos de estar los que no cambiamos nunca de compañía o somos objetivo de la competencia. O, simplemente, llaman por llamar porque tal vez alguno pique. Y últimamente, cosas de la crisis, ya no solo es telefonía lo que se vende por teléfono sino servicios de compañías eléctricas y de gas, seguros de todo tipo, hasta para ropa deportiva.

Si la fórmula de la cortesía alegando que no me interesa la propuesta que me va a hacer y mucho menos los servicios que presta su empresa no funciona como argumento para zanjar la conversación, en caso de que la señorita del otro lado del teléfono se ponga pesada, según el tiempo que tenga en ese momento y las ganas de hablar suelo elegir entre una de tres opciones: la de decirle que yo trabajo en [y aquí doy el nombre de una empresa de la competencia] y le indico que si quiere le ofrezco yo a ella una tarifa que es mucho mejor que la suya, la de decirle que a mí el teléfono (con fijo y móvil, fibra, televisión, etc.) me lo regalan y esa oferta va a ser difícil de mejorar o la tercera opción, que es menos aconsejable y me la reservo para casos excepcionales.

Ya sé que cada uno se gana la vida como puede y que el trabajo de teleoperador comercial no es el más admirable y retribuido del mundo. También sé que alguien lo tiene que hacer, pero ¿se ha preguntado alguna vez cuando suena el teléfono para venderle algo cómo han conseguido su número? Pregunte.