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León y los ejes del norte

20/05/2021
 Actualizado a 20/05/2021
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El desarrollo de la provincia de León pasa por la inserción en los corredores económicos de España. León debe fortalecer el eje principal de la Vertebral Leonesa: Ponferrada-León, para resultar atractivo a las inversiones. La conexión de este eje central en los itinerarios Ponferrada-Monforte-fachada atlántica y León-Oviedo-fachada cantábrica resulta estratégico para nuestros intereses, los de Galicia y los de Asturias.

La etapa autonómica ha reforzado ciertos pasillos hasta convertirlos en corredores económicos. El Corredor Mediterráneo, Gerona-Alicante, es el más potente por su gran peso sobre el PIB nacional. El Corredor del Ebro, Vitoria-Lérida, es fundamental para el dinamismo económico subpirenaico. El Corredor del Guadalquivir, Córdoba-Huelva es una pieza central en el desarrollo del sur de España. El Corredor del Henares, Madrid-Guadalajara, así como el Madrid-Toledo irradian actividad empresarial hacia la cuenca del Tajo.

Las zonas más desarrolladas de España han configurado corredores económicos: concentraciones longitudinales de actividad económica que terminan irradiando trabajo y renta a las zonas que las rodean. La provincia de León debe acometer esa labor consolidando la Vertebral Leonesa, en primer lugar, y conectándola con las mayores aglomeraciones costeras del noroeste. Los 370.000 habitantes del eje central leonés garantizan una escala que justifica planificación conjunta en inversiones extraordinarias. De ahí irradiará al resto de León.

Para lograrlo se requieren inversiones en la renovación de las infraestructuras de ferrocarril dentro del corredor León-Ponferrada. La optimización de los accesos al aeropuerto desde las autovías, la digitalización con banda ancha de todos los polígonos y una oficina centralizada de recursos de suelo y dotaciones deberían lanzarse cuanto antes. Y fondos propios para promoción industrial son imprescindibles.

Sin embargo, este plan no permite que León siga infrafinanciado por la autonomía o que los fondos europeos no lleguen a León porque se quedan en provincias con más renta. Por esta razón el objetivo de la autonomía leonesa en cualquiera de sus formatos es un elemento central de la planificación estratégica. Necesitamos 2100 millones para León y el Bierzo, 750 para Zamora y 1200 para Salamanca, sin quitas para pagar fiestas en otros territorios.

La promoción de los corredores del noroeste es posible si León planifica su propio futuro y dispone de los mismos fondos que los demás. Mantener la ficción de la autonomía fallida de Castilla y León retrasa nuestro crecimiento y perjudica a León, Asturias, Galicia y al equilibrio de España.
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