León registra 250 denuncias al año por maltrato a personas mayores

Solo uno de cada 24 casos de malos tratos a mayores rompe el silencio en la provincia leonesa

I. Herrera
15/04/2019
 Actualizado a 17/09/2019
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Al menos una de cada cuatro personas que viven en esta provincia tienen los 65 años cumplidos o más: 123.976 de las 463.746 que, según el INE, residen en la provincia de León (a 1 de enero de 2018). Por ello, el maltrato de las personas mayores –que según la Organización Mundial de la Salud (OMS) constituye un problema de salud pública– resulta una prioridad en un territorio tan envejecido como el de León.

La OMS lo define como «un acto único o repetido que causa daño o sufrimiento a una persona de edad, o la falta de medidas apropiadas para evitarlo, que se produce en una relación basada en la confianza». Este tipo de violencia constituye una violación de los derechos humanos e incluye el maltrato físico, sexual, psicológico o emocional; la violencia por razones económicas o materiales; el abandono; la negligencia; y el menoscabo grave de dignidad y la falta de respeto.

Así las cosas, en la provincia de León se registran año tras año una media de 250 denuncias por violencia de personas mayores de 65 años. Concretamente, y según los datos facilitados a los diputados populares (ya cesados ante las inminentes elecciones generales) a raíz de una pregunta planteada en el Congreso, en 2018 fueron 258 los mayores víctimas de malos tratos, y 1.038 en toda la comunidad. Los datos reflejan asimismo que en 2017 hubo 246 denuncias en León; 262 en 2016, 263 en 2015, 313 en 2014, 286 en 2013, 291 en 2012 y 300 en 2011.

Y eso que se cree que todas estas cifras puedan reflejar muy ‘a la baja’ la realidad, puesto que informes al respecto estiman que solo se notifica 1 de cada 24 casos de maltrato a personas mayores, en parte porque los afectados suelen tener miedo de informar a sus familiares y amigos o a las autoridades. En consecuencia, es probable que todas las tasas de prevalencia estén subestimadas. Tasas que hablan, por ejemplo, de que entre un 0,2 y un 4,9% de la población mayor de 65 años sufre maltrato físico, o entre el 0,7 y el 6,3% son víctimas de maltrato psicológico, o entre el 1 y el 9,2% están en una situación de abuso económico, o que de un 0,2 a un 5,5% no cuentan con la atención necesaria.

Sobre este problema acerca del que apenas existen cifras que permitan hacerse una idea de la realidad, la Gerencia de Servicios Sociales de la delegación territorial de la Junta de Castilla y León en León reconoce la preocupación. «La preocupación por la vulneración de los derechos de las personas mayores ha sido una de los objetivos fundamentales que han perseguido los diferentes marcos estratégicos de planificación que ha elaborado la Junta de Castilla y León desde hace más de 20 años; de hecho la Ley de Atención y Protección a las personas mayores de Castilla y León, aprobada en el año 2003, ya se hacía eco del problema de los abusos y los malos tratos a las personas mayores en su articulado», indican en respuesta a las preguntas formuladas por este periódico.

Más recientemente, añaden, la estrategia de prevención de la dependencia de las personas mayores y de promoción del envejecimiento activo en Castilla y León, aprobada en 2017 recoge medidas específicas dirigidas a promover el buen trato a las personas mayores y prevenir los abusos a los que pueden verse sometidos, tanto en el seno familiar como en otros ámbitos. «Esa preocupación se ha evidenciado nuevamente este año con la aprobación del plan de prevención de la violencia en el ámbito familiar en Castilla y León, que intenta abordar de una forma integral los distintos tipos de violencia que se producen en el seno de las familias, también la violencia hacia las personas mayores», exponen.

Apenas existen estudios acerca de este problema que permitan dotarle de una dimensión, pero «lo que se puede afirmar es que se trata de un fenómeno complejo, multifactorial, serio y muy grave».

Desde la Gerencia de Servicios Sociales de León consideran que el silencio, tanto de las propias víctimas como del entorno tampoco contribuye a un mejor conocimiento: «En nuestro entorno, la persona mayor no suele denunciar su situación por diferentes motivos: su falta de información, su capacidad limitada de comunicación, las dudas sobre si será creída o la desconfianza en el sistema, por citar algunos ejemplos».

En alusión a un estudio realizado en el año 2008 por el Centro Reina Sofía para el estudio de la violencia citan que, entre sus resultados, se concluía que el 0,8% de las personas mayores entrevistadas habían sido víctimas de maltrato por parte de algún familiar a lo largo del año 2005. Este porcentaje aumentaba hasta el 1,5% entre las personas mayores dependientes.

¿Cómo detectarlo y qué hacer?

Respecto a la tipología de los abusos y los malos tratos se han identificado diferentes tipos en función de daño que se infringe a la persona y quien lo realiza. La Consejería de Familia e Igualdad de oportunidades publicó en 2008 una Guía Básica para la detección y actuación ante situaciones de maltrato a personas mayores, donde se puede consultar algunos aspectos fundamentales de los distintos tipos de maltrato que pueden darse en el contexto doméstico (físico, psicológico, sexual, económico, negligencia o abandono, entre otros), así como prácticas inadecuadas que realizadas en el ámbito institucional, vulneranla dignidad y los derechos de las personas mayores. «Además, no se puede obviar el problema específico de la violencia de género de la que también son víctimas las mujeres mayores», añaden.

En cuanto a las personas que ejercen violencia o un trato inadecuado a las personas mayores «tiene una gran variabilidad respecto a su perfil, motivaciones y tipo de conducta violenta o inadecuada que realizan; en cualquier caso la evidencia muestra que en su mayoría se realiza en el seno familiar y, en ocasiones, en instituciones».

«La solución a cada caso puede ser diferente, según quien pueda ser la persona víctima de esa violencia y su relación con el agresor», indican. «Por poner algún ejemplo, si una persona mayor se siente maltratada por su hijo, y puede creer que está en peligro por desatención o violencia y carece de un soporte social de apoyo efectivo, puede denunciar en los servicios de salud, ante las fuerzas de seguridad del estado o en los Ceas, donde se valorara la situación y se dará el tratamiento adecuado al caso concreto, poniendo a su disposición los recursos correspondientes que precise, entre los que puede estar lainmediata asignación de recurso mediante el ingreso en una plaza pública residencial como alternativa al domicilio, hasta que haya una completa valoración de la situación denunciada», explican.
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