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León, patrimonio y complejos

04/08/2022
 Actualizado a 04/08/2022
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La provincia de León cuenta con un patrimonio monumental extraordinario, que no recibe la atención ni la valoración que merece. El relato de la construcción de España como estado-nación durante los siglos XIX y XX minimizó el papel del noroeste, pecado que solo cuenta dos excepciones: Pelayo y Santiago de Compostela. Solo la reivindicación puede poner en su auténtico valor el conjunto histórico-artístico leonés. El ejemplo donde mirarse está en Asturias, con su prerrománico, o en Cantabria, con sus Guerras Cántabras. Ambas regiones lograron hacerse un hueco superior al inicialmente asignado en el discurso nacional de España.

La minusvaloración leonesa en tres ejemplos: el conjunto monumental de Sahagún, el Monasterio de Carracedo y San Isidoro de León. Los tres atesoran una condición singular y minoritaria: fueron sede regia de León durante periodos más o menos largos. En ninguno de ellos se explica el carácter palacial de su ámbito. Lo triste es que no son los únicos, pues hay mucho tocado por la mano regia en León, pero ni se cita ni se valora la calidad máxima de esas obras.

León fue sede permanente de su Corona durante 320 años. De las ubicaciones del palacio real es San Isidoro la más importante. De esa época son buena parte de la iglesia (capilla palatina entonces), y las partes anejas, pero sobre todo la torre. La calle de la Torre es en realidad la calle de la Torre del Palacio Real. No hay manera de que los explicadores llamen a la torre por su nombre y significado.

En Sahagún residió de forma casi permanente alguna de las esposas de Alfonso VI, y él mismo, cuando no estaba de viaje. Solo así se puede explicar el nacimiento del románico de ladrillo hispano en Sahagún y el conjunto descomunal de grandes obras en Sahagún y su entorno. El palacio que habitó Constanza, la reina, estaba al lado de la gran iglesia conventual, que debió integrarse en el conjunto palatino. Sus muros bajos se asoman al Cea, integrados en otras construcciones. ¿Hay forma de que en Sahagún se cuente la razón de ser de la villa de esta manera, tal y como sucedió? ¿Nos pueden los complejos?

En el Monasterio de Carracedo sucede algo similar: fue palacio real durante largas temporadas del siglo XII, como palacio de recreo. Desde su famoso Mirador de la Reina, el elemento más prestigioso del palacio-monasterio, se asomaron varios reyes a la campiña berciana. ¿Se le da ese carácter palatino al monumento? ¿Sabemos, por deducción, las estancias personales de los reyes? ¿Se la hemos explicado al visitante mientras se asoma desde el mirador? La Corona Leonesa marcó el devenir de estas tierras: divulguémoslo.
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