15/08/2021
 Actualizado a 15/08/2021
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Solo por deferencia a los más de quince mil millones de dólares invertidos en su organización, vamos a seguir hablando un poquito más de los JJOO de Tokio, aunque sea ya un evento del pasado pluscuamperfecto.

Lo que más tinta hizo correr durante esos quince días de series y finales fue la autoexclusión de Simone Biles de muchas pruebas por un problema de salud mental. Este le impedía la concentración necesaria para afrontar peligrosos saltos longitudinales (los que ella ejecuta, no los que en Educación Física dejaban a nuestros compañeros trabados en lo alto del potro). Cubrirla de un halo heroico por competir finalmente en la barra de equilibro es enviar el mensaje viciado de que las dificultades mentales hay que superarlas rápidamente (pero que nos crezca una mierda de uña caída por un golpe nos lleva meses y nadie se escandaliza).

El ‘affaire’ Biles ha opacado sin pretenderlo otro nombre que merece ser por todos conocido. Para quien no sepa quién es la jamaicana Elaine Thompson (Herah de casada), este es el momento de la subsanación. Elaine Thompson es la ganadora de las pruebas más coloristas y espectaculares, las más vibrantes de los Juegos, las de velocidad femenina. En su caso, oro por segundas Olimpiadas consecutivas en 100m y 200 m y esta vez también oro en el 4x100 m. Aquí junto a tres compatriotas más, una de ellas Shelly-Ann Fraser (Pryce de casada), otra fenómena que fue oro en los 100 m en Pekín y Londres.

Estas tías son la bomba, por sus marcas, su nivel competitivo y también por algo extradeportivo, valioso elemento del deporte de máxima repercusión. Si Biles es un modelo de conducta, estas jamaicanas son una fiesta de colores perfecta para el gran show y crear escuela. Pelucas, sonrisas y músculos hacen de ellas las amas. Tuvieron a Veronica Campbell (Brown de casada) hace poco marcándoles el camino del éxito y antes a la perenne Merlene Ottey, pero su ascendente más claro por estilo y por nivel de éxito es la ya desaparecida americana Florence Griffith (Joyner de casada). Es la vigente recordwoman mundial en 100 m, con sus 10,49 conseguidos en lndianapolis con la melenona al viento, las uñacas y las mallas cubriéndole solo una pierna. Oros en la velocidad en Seúl, con un maillot en el que embutía también la cabeza, y que llevaba sobre el esternón un escudo de Estados Unidos que más bien parecía el del Atlético de Madrid. Sonriendo mientras corría la final.

Veloces, velocísimas todas esas mujeres que esperamos que inspiren, como también hará nuestra Peleteiro, a las crías de la Escuela Municipal de Atletismo y a tantas más.
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