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Las veladuras del Partido Popular

27/11/2022
 Actualizado a 27/11/2022
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Es la primera vez que le llaman a uno para aclararle –que no para filtrarle– que el candidato del PP a la alcaldía de León está designado desde hace un mes. Y si quien así lo afirma es de la flor y nata del partido, conviene darle una cierta credibilidad, aunque las suspicacias sobre el asunto continúen flotando en el aire. Ya hay candidato, dijo el informante. Sin ningún otro matiz. Escuetamente. Utilizó el masculino y no el femenino, que, como es natural, debe tomarse como explicación genérica para no centrar el tiro en demasía.

Con la mejor voluntad al caso y de ser cierta tal afirmación conviene concluir que el Partido Popular de León se sigue equivocando. Lo vienen haciendo desde hace más de un año. Cuentan que fue Leonardo Da Vinci –también se le atribuye a otros autores– quien pronunció la famosa frase «no se puede amar lo que no se conoce ni defender lo que no se ama». El primer enunciado de la reflexión de Da Vinci –«no se puede amar lo que no se conoce»– les viene que ni al pelo a los ‘populares’. Los líderes –en este caso el supuesto aspirante al sillón municipal– tienen que estar en primera línea cuando de elecciones se trata. Y mucho más en el caso de la capital leonesa, donde se va a jugar una partida sin resto y a pecho descubierto. Como en las grandes timbas de póquer.

Si de uno de los partidos hegemónicos de la ciudad, el PSOE, ya se conoce que José Antonio Diez, el actual regidor, intentará revalidar el mandato; si es público y notorio que, pese a las agresiones que viene sufriendo un día sí y otro también por parte de los de siempre, no se arruga; si el electorado, la gente en definitiva, ya sabe a qué atenerse en cuanto al cartel de la izquierda, ¿qué sentido tiene en el caso concreto del PP ‘ocultar’ el nombre del ungido? ¿Qué es, un bombazo o un mirlo blanco?

Al candidato –o candidata, para no herir la sensibilidad de los adeptos a esa ‘cosa’ que es el lenguaje incluso– hay que ‘venderlo’ con tiempo sobrado a fin de que se le reconozca. Sobre todo, por ese segmento de la sociedad, por esa ciudadanía ayuna, por ejemplo, de quiénes son sus representantes en las Cortes de Castilla (y León), Senado o Congreso. No les ponen ni cara. Y cabe la duda de si saben quiénes les representan en la municipalidad leonesa.

En la mayoría de los territorios que conforman la Comunidad ya se conocen algunos nombres, o, al menos, los que se barajan con mayores posibilidades de encabezar las candidaturas. Y están publicados. Aquí, a seguir jugando al ratón y al gato. Al cuchicheo y a las maldades encubiertas. Y a esperar para saber a quién deben arrimarse cuando se sustancie el galimatías. Los ex seguidores –hay quien les llama traidores– del alcalde de Villaquilambre bien saben de eso.
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