Las repoblaciones en las aguas trucheras de León

Los estudios realizados en los últimos tiempos ponen en duda si es necesaria esta práctica que va en contra de la biología de la conservación

Rodrigo Prado Núñez
06/05/2022
 Actualizado a 06/05/2022
Centro piscícola experimental, Vegas del Condado. | R. PRADO NÚÑEZ
Centro piscícola experimental, Vegas del Condado. | R. PRADO NÚÑEZ
La Dirección General de Patrimonio Natural y Política Forestal, de la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio de Castilla y León, ha dado luz verde al plan de repoblaciones de trucha común para los años 2022, 2023 y 2024, que tienen por objetivo de reforzar las poblaciones de esta especie en aquellos ríos en los que se ha detectado la falta de incorporación de nuevas cohortes a las poblaciones existentes.

Los estudios hidrológicos sobre la densidad y la biomasa para el control de las poblaciones acuáticas, que se han venido desarrollando con campañas de muestreo anuales en las tres cuencas importantes de la provincia, Esla, Órbigo y Sil, por agentes medioambientales y técnicos del servicio territorial de Medio Ambiente de la Junta de castilla y León, confirman un notable aumento tanto en el número de truchas como de su tamaño, en prácticamente todos los ríos de León. Corroborando así que los ríos de nuestra provincia son auto-sostenibles y que no son necesarias las repoblaciones anuncias por la Dirección General de Patrimonio Natural y Política Forestal, aprobando y firmando el plan de repoblaciones de trucha para los próximos tres años.

Los muestreos en los ríos Órbigo, Esla y Sil de los últimos años confirman un gran aumento de truchasUna vez refrendado el cumplimiento de los protocolos establecidos para la reproducción de truchas autóctonas en la piscifactoría de Vegas del Condado, es notorio que la cría de los alevines en cautiverio no es igual que los que lo hacen de forma natural en el río. Los primeros se crían afinados en cubas y con la alimentación asegurada, mientras que los otros tienen que ‘buscarse la vida’ enfrentándose desde el principio a una selección natural que solo los más ‘espabilados’ superaran. La trucha autóctona se ha emplazado a los tramos altos de muchos de los ríos de nuestra provincia por causa de la transformación y deterioro del ecosistema.Las presas, la contaminación y la regulación mecánica del cauce son los factores que motivan la despoblación de los salmónidos en la mayoría de los ríos de nuestro país. Es por esto que muchos de los acreditados entendidos abogan por la restauración de los ecosistemas fluviales y la protección de las zonas de freza de las truchas para que ese proceso sea natural.

Queda muy bien para la política sacarse la foto soltando truchas en el río, todos recordamos la suelta en el coto Ciudad de León, pero va en contra de la biología de la conservación que es la que se ocupa también gestión de la naturaleza y la biodiversidad.

La pesca extractiva también influye negativamente sobre la fecundidad y talla de los salmónidos, es necesario establecer unos cupos en consonancia con la población piscícola y poner unas tallas que como mínimo permitan que al menos una vez se puedan reproducir.

Las truchas criadas en cautividad tienen muy pocas opciones de sobrevivir por las condiciones de los ríosLos ríos trucheros de León, con sus grandes crecidas y procesos de estiajes, someten a las truchas a situaciones muy complicadas de supervivencia y tan solo las más aplicadas son capaces de adaptarse y subsistir. En este mundo salvaje las truchas criadas en cautividad tienen pocas posibilidades de supervivencia. Nos hablan de repoblaciones con alevín vesiculado, por que según la dirección General de Patrimonio Natural y Política Forestal, esta practica conlleva un mayor éxito de supervivencia respecto a las repoblaciones realizadas con ejemplares de mayor edad. Pero el éxito está demostrado que vino de la mano de la Ley 9/2013, de 3 de diciembre, de Pesca de Castilla y León, y se debe a la limitación del aprovechamiento piscícola a través de tramos sin muerte y cupos mínimos en AREC y cotos. Estas medidas si han tenido un gran impacto positivo en todos los ríos leoneses.

Las repoblaciones con ejemplares de piscifactoría, ante el descenso de las truchas en los ríos, han sido las soluciones que la administración siempre a llevado a cabo. Pero la experiencia de esta practica durante muchos años y los estudios realizados por los expertos nos demuestran que estas actuaciones no solo no dan buenos resultados, sino que pueden ser muy negativas para las poblaciones existentes. Las truchas de repoblación proceden de un número muy reducido de progenitores con el resultado de una gran población de individuos, pero con una composición genética muy parecida que le reduce notablemente la garantía de supervivencia.

Si quieren favorecer la conservación de la población piscícola en los ríos de León pueden tomar medidas sobre el control de los vertidos y su depuración, sobre las presas y los riegos, sobre las infraestructuras y las especies aloctonas. En definitiva, proteger las truchas autóctonas, sus hábitats y el ecosistema.

León es, para el mundo de la pesca de la trucha, un lugar privilegiado. Un destino turístico ideal para todo el que le guste de la pesca, la naturaleza y la buena gastronomía. Esperamos que esto, que ahora marcha bien, no retroceda y que solo repueblen en lugares donde sea estrictamente necesario.
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