En el caso de ‘Confesiones de don Quijote (en un lugar de las montañas de León’, que se representa este viernes y el sábado en dos funciones a las 21:00 horas con entradas a 8 euros, crea una pieza dramática, estructurada en once escenas, en la que asistimos a la última noche de don Quijote. Cervantes acude a su lado para despedirse de él mientras mantienen una larga conversación en la que nos revelan hechos ocultos de su vida y cómo se enfrentan a la muerte uniendo así su destino para siempre. Un joven asiste conmovido a este último encuentro como testigo privilegiado de las confesiones de don Quijote y Cervantes, un personaje que corre a cargo del joven actor de Sahagún Javier Bermejo, para quien el origen del proyecto se remonta a tres años atrás, coincidiendo con el IV Centenario de la muerte de Cervantes en 1616. «En 2016 ya comentamos con Santiago Trancón la posibilidad de hacer algo en torno al cuarto centenario, pero como sabes los proyectos, ya sean de cine o de teatro, tardan un tiempo en fructificar. Miguel Barajas y Santiago Trancón se conocen desde hace muchos años, donde incluso compartieron un grupo de teatro aquí en León. Miguel le propuso a Santiago que escribiera una obra para La Submarina y éste aceptó encantado. Aunque la escribió bastante rápido –recuerdo que nos entregó el manuscrito como hace año y medio–, no hubo manera de estrenarla antes», explica Bermejo, que solo tiene comentarios elogiosos para el texto del autor de Valderas. «Somos conscientes de la suerte inmensa que supone que escriban una obra de teatro para nosotros y la verdad es que la primera lectura fue fabulosa, pues nos gustó muchísimo el planteamiento que hace Santiago Trancón, un encuentro entre Cervantes y don Quijote, del que es testigo privilegiado el personaje que interpreto en la función, que además de introducir la historia va guiando al espectador por la conversación que ambos mantienen y le hace igualmente partícipe de su descubrimiento del Quijote, que no es otro que un viejo arcón que ha heredado de su abuelo y que está repleto de obras de autores judíos conversos», explica Bermejo. El actor facundino está encantado de contar con un Quijote repleto de originalidad. «Teníamos claro que no queríamos un Quijote al uso. Con una cierta cautela, la obra plantea los orígenes leoneses de Cervantes y por ende del Quijote, que es lo que diferencia el planteamiento de Trancón de cualquier otro Quijote que se haya hecho», sostiene Bermejo, quien continúa la gira con ‘Divinas palabras’, el proyecto conjunto de Faraute y el Centro Dramático Nacional que a finales de año recalará en el Teatro María Guerrero de la capital de España.
Por su parte, Miguel Barajas, que personifica en la obra a Cervantes mientras que Alberto Díaz hace lo propio con el ingenioso hidalgo, lamenta que el montaje no se pusiera en marcha mucho antes, sobre todo por el potencial que tiene el texto de Trancón. «Es un diálogo entre dos personas que en definitiva son la misma. Don Quijote y Cervantes son el uno para el otro. Es un diálogo fluido y bonito a la vez, porque no deja de ser un cuento, en el que don Quijote vive sus últimas horas y por supuesto Cervantes también dado el juego de identificación que se establece en la función entre los dos personajes», comenta Barajas, que sobre el marco geográfico en el que se sitúa la acción, el intérpretes de La Submarina sostiene que «el autor, en este caso Santiago Trancón, da a entender que Cervantes situó en realidad la historia en la zona leonesa, aunque su tendencia a transmutar palabras y acontecimientos le llevó a ubicarlos en los Monegros».
Sobre la hoja de ruta que va a seguir ‘Confesiones de don Quijote’ tras su estreno en el Teatro El Albéitar, Miguel Barajas señala que la idea es llevar la función a Madrid y moverla a nivel nacional, autonómico y provincial, por lo que solicita ayuda a las instituciones.