Las donaciones de material sanitario alivian la escasez

El llamamiento hecho por el vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea, ha resultado efectivo entre la sociedad leonesa puesto que tanto el domingo por la tarde como durante toda la jornada de ayer se recogió una gran cantidad de material sanitario donado por particulares y por empresas de toda la provincia que podrán ser utilizados en esta emergencia causada por el Covid-19 y que amenazaba con dejar sin equipos suficientes para los profesionales que cada día atienden a los enfermos que llegan a los centros de salud y al Complejo Asistencial Universitario de León.

En toda la provincia se habían recogido durante estos dos últimos días 750 mascarillas, 500 guantes y 390 buzos o monos que podrán ser utilizados por los profesionales de toda la comunidad, ya que estas donaciones son remitidas a la Consejería de Sanidad para después redistribuirlas según las necesidades. Hay que tener en cuenta que en provincias como Valladolid o Burgos se recibieron cerca de 10.000 mascarillas en la pucelana o 2.500 guantes en la burgalesa.

El delegado de la Junta en León, Juan Martínez Majo, agradeció ayer todo el material donado y recordó que se puede seguir llevando a la sede territorial de la capital leonesa o a la de Ponferrada en horario de 9 a 19 horas. «Hacemos un llamamiento a que se siga donando», apuntó el responsable autonómico en la provincia, quien resaltó que gracias a estas mascarillas, guantes o monos que se han recibido desinteresadamente tanto de particulares como de empresas los profesionales sanitarios «pueden trabajar y protegerse» por la salud «de todos».

Entre todo lo donado en la comunidad y lo que se espera de los proveedores, la consejera de Sanidad, Verónica Casado, no dudó en afirmar este lunes que Castilla y León está «bien» para afrontar el incremento de casos en los próximos días, aunque también pidió «agilidad» a las empresas para que suministren lo más necesario cuanto antes. De hecho, el Gobierno autonómico está actualizando inventarios, después del material recibido, para hacer una distribución a los hospitales y gerencias que así lo necesiten y de manera «equitativa», al tiempo que rechazó que una mayor necesidad de este material se deba a los recortes de los últimos años, especificó ayer la dirigente de la Junta, informa Ical. En la misma línea se mostró Igea, que pidió también «la mayor rapidez y respuesta» a los fabricantes.

Al tiempo que la Junta de Castilla y León recibía miles de artículos sanitarios cedidos por empresas y particulares, los profesionales de León alertaban de que ahora mismo están «justos» y pendientes de que no haya un incremento notable de los casos, lo que generaría un grave trastorno para trabajadores de todas las especialidades, sobre todo en Atención Primaria, puesto que los centros de salud siguen recibiendo algunos pacientes que sospechan que pueden tener el virus. Así lo explica la delegada de USO, Dulcinea Álvarez, quien destaca que tanto las mascarillas FFP2 y FFP3 escasean, al igual que los epis, es decir, los equipos de protección individual que necesitan llevara cada vez que tienen que tratar a un paciente. «Estamos teniendo mucho cuidado de no usarlos solo de forma justificada para no tirar de ellos si no es necesario», detalla esta sanitaria que considera que «se ha perdido el tiempo» puesto que «se sabía que esto iba a pasar».

Álvarez apunta que ha habido momentos en los que en centros de salud como el de La Bañeza «solo había un equipo de protección», mientras se espera que llegue el material donado en los últimos días. También resalta por otro lado que «la gente sí se ha concienciado y a urgencias solo va en casos graves, se ha notado mucho, no atendemos patologías de atención continuada o consulta».

La carestía de material no es tan acusada en el Hospital, según asegura el delegado de USO en el Complejo, Carlos Quiñones, aunque apunta que los epis «estaban caducados porque son de los que se pidieron cuando el ébola». Recuerda además que cada equipo hay que tirarlo una vez que se usa, de ahí que haya tanta necesidad.

«Hay que hacer un llamamiento a los políticos, porque esto se veía desde hace tiempo, y no se puede echar la culpa a los proveedores. La respuesta de la ciudadanía y de las empresas ha sido espectacular», agrega Quiñones.