Las citologías aumentan un 20% para generalizar el cribado de cáncer de cuello de útero

A partir de marzo, el programa se extenderá de forma sistemática a toda las mujeres que cumplan 25 años y se ampliarán los grupos de forma escalonada en cuatro años

Ical
23/02/2020
 Actualizado a 23/02/2020
La Gerencia Regional de Salud ha decidido generalizar el cribado de cáncer de cuello de útero entre las mujeres de Castilla y León a partir de los 25 y hasta los 64 años, como ya ocurre con otros programas de detección precoz como el de cáncer colorrectal y de mama. Con este paso, la Consejería de Sanidad pretende frenar la tercera neoplasia en mujeres más frecuente en el mundo, aunque en España su incidencia es mucho menor, con unas 800 muertes anuales, según la Sociedad Española de Ginecología. Por este motivo, en la provincia leonesa se han incrementado un 20,4% las citologías, al llegar a 12.938 citologías. 

"El cribado de mujeres sanas ha demostrado claramente su eficacia. Su aplicación de forma adecuada y sistemática ha conseguido reducir entre un 70 y 80 por ciento la incidencia y mortalidad de este cáncer, por la detección precoz de lesiones premalignas asintomáticas cuyo diagnóstico y tratamiento evita su progresión a carcinoma invasor", explican a Ical fuentes de la Consejería de Sanidad.

A partir de marzo, el programa se extenderá de forma sistemática a toda las mujeres que cumplan los 25 años, con el objetivo de llegar a toda la población diana a lo largo de los próximos cuatro ejercicios. Aquellas mujeres que reciban la carta de invitación desde el servicio territorial de su provincia de residencia podrán solicitar cita en su centro de salud correspondiente para la realización de la prueba.

La captación será escalonada en el tiempo, de modo que Sanidad invitará a aquellas que cumplan 25 años; a las que tengan que acudir a una revisión, a las que salgan del programa por llegar a los 64, e irá sumando nuevos tramos de edad. "El objetivo es que en cuatro o cinco años todas las mujeres de Castilla y León estén incluidas en el programa, que tiene todo su sentido cuando se amplían las coberturas que son la vía para detectar lesiones y actuar", sentencia a Ical la directora general de Salud Pública, Carmen Pacheco.

Universalización paulatina


El programa no es nuevo; funciona desde 1986, y la novedad es que pasa de tener un "carácter oportunista a uno universal". Hace dos años, en 2018, la Consejería estableció ya la orientación poblacional al programa a las mujeres que cumplían los 25 años, para ampliarlo en 2019 a los grupos de entre 31 y 34 y 55 y 64, y a las que correspondía una revisión por haberse hecho la prueba en algún momento. Se invitó a 140.000. En el resto de casos, era el médico quien invitaba a la paciente a realizarse las pruebas, o era ella misma quien lo pedía, pero no existía ninguna sistemática.

En sólo un año, las pruebas de detección de virus del papiloma humano (VPH) y citologías han crecido de manera exponencial y la voluntad es que sigan en esta línea. Así, si en 2018 hubo 40.517 mujeres que se sometieron a la prueba de detección del VPH, en 2019 el dato se cerró con 57.710, con un repunte del 42,4 por ciento de media en toda la comunidad. En cuanto a las citologías, pasaron de 58.311 a 78.040, es decir, casi 20.000 más, con un incremento del 33,8 por ciento. Los datos crecieron en todas las provincias, con Burgos y Valladolid a la cabeza en el caso del VPH, con aumentos de 55,8 y 59 por ciento, en cada caso; y en citologías, en Palencia y Valladolid, con 45 y 50 por ciento.

Cambios en las pruebas


Además de universalizar el programa, la Consejería también afinará en el tipo de pruebas, en consonancia con el programa de consenso alcanzado por todas las comunidades autónomas en el marco de la Ponencia Técnica de Cribado del Ministerio de Sanidad. De este modo, la prueba del virus del papiloma humano, causa principal para el desarrollo del cáncer de cuello de útero, pasará a ser la primaria de cribado para las mujeres de 35 o más años, y la citología se empleará como prueba complementaria de triaje sólo para las mujeres con resultado positivo a un VPH de alto riesgo oncogénico antes de su derivación al especialista. Entre las mujeres de entre 25 y 34 años, la prueba primaria será la citología, y en caso que dé positivo se establecería un seguimiento y la prueba del VPH. Se trata de una recomendación avalada por las principales sociedades científicas del país.

Crecimiento lento


El cáncer de cuello de útero es un tumor de crecimiento lento en el que la mayoría de las veces las lesiones se pueden diagnosticar en un estadio precanceroso, lo que facilita un tratamiento a tiempo y su curación. El Programa de prevención y detección precoz, con la realización periódica de citología o de citología combinada con determinación de VPH, según corresponda, ofrece la posibilidad de descubrir lesiones precancerosas y cánceres invasivos.

La infección por el virus del papiloma humano de alto riesgo es la causa principal para el desarrollo del cáncer de cuello de útero. Es una infección de transmisión sexual, que normalmente no produce síntomas y muy frecuentemente puede desaparecer. En el caso de que la infección se mantenga en el tiempo existe un riesgo de desarrollar el cáncer.

La prevalencia media del virus en las mujeres en Castilla y León es de 9,6 por 1.000, aunque este dato varía en función de la edad. El comprendido entre los 35 y 39 años es en el que se alcanza una mayor tasa, con 42 afectadas por cada 1.000. Entre las mujeres de 60 a 64 cae a 8,9.
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