La Valduerna: Del fuego a la fotovoltaica en 9 años

Vecinos de la comarca dudan de los proyectos de energía solar

D.L.M.
16/05/2021
 Actualizado a 16/05/2021
Distribución de siete parques solares en una extensión de unas mil hectáreas. | L.N.C.
Distribución de siete parques solares en una extensión de unas mil hectáreas. | L.N.C.
El guía detiene el todoterreno en mitad de un camino flanqueado por viñas y sembrados de cereal. Con el único sonido de la naturaleza circundante de fondo, el guía pregunta a los turistas qué es lo que no ven en este paisaje. Tras unos segundos de dudas, uno de ellos responde que lo que faltan son líneas de alta tensión. Esta situación que se repite regularmente en el Valle del Jamuz podría tener los días contados, como un efecto colateral de la transición ecológica que, precisamente, busca propiciar en zonas rurales como el suroeste de la provincia modelos del negocio como el del guía de naturaleza del ejemplo.

Se trata de una zona con recursos, pero sin infraestructuras, de donde los romanos ya extrajeron el oro del río Duerna, como han demostrado las investigaciones que recientemente se han convertido en éxitos televisivos. Durante siglos, la fuerza de este río estacional se aprovechó para una mover una multitud de molinos para el cereal que se regaba con un sistema de pozos de excavación que se recargaban a través de zayas. Más alejados de la influencia del río, las tierras de secano estaban ocupadas por cultivos de centeno, cerca de encinares y robledales, que dan leña, y de pinares, que también se resinan. Un monte que fue arrasado por las llamas del mayor incendio que se ha visto en la provincia, del que se cumplirán nueva años en agosto. Sobre las cenizas de esa vegetación están proyectados siete parques fotovoltaicos que se extienden y se conectan de forma irregular a lo largo de una mancha de más de mil hectáreas al lado de la LE-133, en las proximidades de Castrillo de la Valduerna y Destriana. Otro parque más está proyectado en la otra orilla del río y uno más al sur, pasado el Jamuz y en el otro margen de la carretera, por el que avanzará una línea de evacuación para la energía eléctrica.


En las inmediaciones de Destriana y Castrillo de la Valduerna se proyectan ocho parques, cada uno dependiente de una empresa con forma jurídica de S.L., aunque se radiquen en el mismo domicilio de Ponferrada. En lo técnico, la superficie de cada parque varía, pero todas prevén la instalación de más de 150.000 paneles solares.


Plataforma Alta Valduerna


El proyecto ha provocado rechazo entre una parte de los vecinos de la comarca que han constituido la asociación Alta Valduerna, a través de la que canalizarán las alegaciones contra los proyectos. Su presidente, Victorino Marcos del Río, vive a escasos metros de la zona. Por cuestiones laborales ha residido temporalmente en otras provincias, pero siempre que ha podido ha regresado y conoce el monte como la palma de su mano. Lo primero que destaca es que estos proyectos energéticos prevén asentarse sobre una superficie calcinada hace menos de diez años. Un terreno sobre el que se han realizado ya repoblaciones de pinos y que se viene regenerando progresivamente como se puede observar en el monte bajo de roble, encina, aulaga, piorno, jara, urces… Entre medias hay pinares que se salvaron de la quema, con importantes ejemplares, incluidos algunos de pino real. También hay pinos resineros en explotación. Esta vegetación da cobijo a especies como el jabalí, el corzo o el ciervo y se han visto lobos. De hecho, el coto tiene un precinto anual, pero los cazadores, por propia decisión, deciden no utilizarlo. En Tabuyo del Monte (municipio de Luyego) se ha llegado a avistar al oso y en la zona también hay algunos colmenares. En cuanto a las aves, es posible avistar ejemplares de sisón común, una especie vulnerable, poco común en estas latitudes y que se aleja unos kilómetros de la cercana zona Zepa (Zona de Especial Protección para las Aves) Valdería-Jamuz. Hasta estos parajes también vuelan buitres negros y alimoches. Más habitual es avistar perdices y codornices.

Incertidumbre administrativa


Pese a la defensa de la diversidad y del patrimonio natural, en la plataforma Alta Valduerna no se consideran «cerriles» con la cuestión medioambiental. Son conscientes de que hoy en día «sin consumo no podemos vivir» y que la sociedad actual demanda un cambio energético. Es decir, no se oponen a la instalación de parques solares, pero consideran desmedido lo proyectado para esta zona, donde la despoblación y el envejecimiento atacan con dureza y son muy escasas las inversiones. En este sentido, recelan también de la rentabilidad del proyecto incluso para los propietarios de terrenos. Temen la especulación con los derechos y apuntan que es muy probable que parte de los titulares de las fincas sean desconocidos o que no esté clara la situación legal de muchas de ellas. Del mismo modo, dudan del empleo y la riqueza que este tipo de instalaciones puedan dejar en los pueblos que los albergan. Los impulsores de la plataforma tampoco consideran que haya suficientes garantías de que el proyecto se lleve a termino y desconfían de que se proceda al desmontaje del entorno y luego «quedé ahí la chatarra» sin ningún rendimiento. Asismismo, recuerdan que las placas fotovoltaicas también tienen una vida útil limitada a varias décadas y que esta forma de generación de energía ya ha tenido altibajos en el pasado.

Algunas organizaciones como Asaja ya han advertido del impacto en el sector primario, entre otros No obstante, esta situación afecta a otras zonas de la provincia, algunas muy cercanas a la Valduerna, como los municipios de Luyego y Valderrey. En total, casi 5.600 hectáreas esperan el ‘boom’ de la fotovoltaica y algunas organizaciones como Asaja ya han advertido del impacto en el sector primario, entre otros. Además, el ‘boom’ eólico suma 22 nuevos parques en desarrollo o tramitación, que ya han provocado movimientos vecinales y ecologistas de contestación.

Desde la plataforma Alta Valduerna no descartan movilizaciones para mostrar su oposición a la construcción de los parques, ni otras alternativas legales. Lo que hasta el momento eran planos sobre el papel ya han generado movimientos sobre el terreno.
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