La Tercera División podría jugarse solo a nivel autonómico

Cada grupo aportaría tres ascensos de forma directa y se eliminaría la fase nacional posterior a la liga regular en una campaña en la que habrá muchos descensos

Jorge Alonso
28/08/2020
 Actualizado a 28/08/2020
Astorga y Bembibre serán dos de los equipos de la provincia en la categoría. | SAÚL ARÉN
Astorga y Bembibre serán dos de los equipos de la provincia en la categoría. | SAÚL ARÉN
La Real Federación Española continúa ultimando el formato de competición para las categorías que dependen directamente de ella la próxima temporada, en lo que tiene que ver con el fútbol provincial, la Segunda División B, la Tercera División, la División de Honor juvenil y la Primera Nacional femenina además de las competiciones de fútbol sala y fútbol playa.

Con el plazo de inscripciones finalizado este pasado miércoles tras una prórroga, la temporada 2020/2021 promete ser la más difícil a nivel deportivo y organizativo para instituciones y clubes ya que la modificación propuesta hará que los clubes se jueguen mucho en un contexto de crisis económica que complica mucho la confección de las plantillas.

Los seis primeros de cada subgrupo mantendrían opciones de ascender, el resto pelearían por no bajarMirando por la economía y también por la salud, una de las decisiones que parece haber tomado la RFEF es que la Tercera División se disputará la próxima temporada únicamente a nivel autonómico, eliminando así la fase de ascenso nacional habitual que tenía lugar tras el final de la temporada. Atendiendo a las peticiones de los clubes, la Española autorizó a las autonómicas aconfeccionar los subgrupos en los que se dividirá la competición de la manera que ellos consideraran más adecuada a sus circunstancias, lo que llevó a Castilla y León a confeccionarlos por criterios geográficos, algo que aprobó la asamblea hace unas semanas con una división provincial.

Ahora, todo indica que no saldrá del ámbito autonómico la Tercera División 2020/2021 y es que según la propuesta que maneja la Federación se suprimirá la fase de ascenso nacional habitual y cada grupo decidirá sus propios ascensos además de los descensos como ya hacía anteriormente.

De esta forma, cada uno de los 18 grupos de Tercera División aportaría 3 ascensos a la Segunda División B, que sería el cuarto escalón del fútbol nacional con la creación de la Segunda B Pro. De esos tres ascensos, dos saldrían de la liguilla que empareje a los tres primeros clasificados de cada subgrupo, seis equipos que arrastrarían los resultados de los partidos que ya hubieran jugado contra los rivales de su propio subgrupo. Los dos primeros ascenderían a Segunda División B. Los cuatro que no lo consiguieran tendrían una segunda oportunidad, emparejándose en una eliminatoria a ida y vuelta con los dos mejores de otra liguilla entre los cuartos, quintos y sextos clasificados de los subgrupos iniciales.

Los dos últimos del grupo por el ascenso inicial se medirían a esos dos equipos en un cuadro en el que el ganador se mediría al de la eliminatoria entre el tercero y el cuarto de los que se quedaron a las puertas del ascenso. De ahí saldrá la tercera plaza para la Segunda División B.

Un infierno desde el sexto

No clasificarse entre los seis primeros de cada subgrupo (habrá uno de 12 y el de los leoneses estará compuesto por 11 equipos) abocará a los equipos a un descenso de facto con la creación de una nueva categoría y que puede ser de dos categorías con mucha probabilidad. Porque para ajustar la categoría y dar cabida a los tres ascensos procedentes de Regional de cara a la 2021/2022, habrá un mínimo de seis descensos más posibles arrastres. De esta forma, los clasificados entre el séptimo y el último de cada subgrupo incial, es decir, 11 equipos, buscarán evitar uno de los descensos a Regional en una temporada marcada por la pandemia.
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