Si la unión hace la fuerza, la comarca dejó claro este domingo que tiene energía de sobra para salir victoriosa de los numerosos frentes que amenazan su sostenibilidad.
Como si fuera una metáfora de la situación que atraviesa la comarca, el día amaneció gris y las primeras gotas empezaron a caer desde primera hora. Pero nadie se arrugó. Desde la calle General Vives a la plaza Julio Lazúrtegui, miles de manifestantes formaron un mar de paraguas que llegaba hasta donde alcanzaba la vista, prueba de que independientemente de las idas y venidas a nivel político o institucional, los bercianos tienen muy claro que la ciudadanía tiene que dar un paso adelante para defender su tierra y que lo de poner buena cara ante el mal tiempo queda en el refranero.
En la protesta hubo cabida para reclamaciones de todo tipo. Si bien los anuncios de las últimas semanas centraron las reivindicaciones en una transición justa que permita al Bierzo superar el cierre de las centrales térmicas, en la manifestación hubo espacio para reivindicaciones muy diferentes.
Con cerca de 10.000 parados y Compostilla, uno de los principales generadores de trabajo directo e indirecto, dando sus últimos coletazos, la llegada de nuevas fuentes de empleo fue una de las reivindicaciones más visibles. Los trabajadores de Cementos Cosmos se unieron a la movilización «por la defensa del empleo y la reindustrialización del Bierzo» y también se vieron pancartas reclamando un trabajo «digno y saludable».
En la misma línea, la plantilla de la embotelladora de agua de Folgoso acudió a la manifestación y recordó que 16 familias siguen pendientes de que la administración permita continuar con su actividad a una empresa totalmente viable que se encuentra paralizada por una operación policial que salpicó a su administrador.
El Bierzo vivía una reválida, la última oportunidad de demostrar que no se va a limitar a esperar de brazos cruzados a que se despejen los nubarrones que se ciernen sobre su futuro. Los bercianos fueron tajantes: la lucha no ha hecho más que empezar.
El principio de las reivindicaciones
Los sindicatos celebraron la respuesta de la ciudadanía y aseguraron que el 16-D debe ser el punto de partida de una nueva ola de desarrollo en el Bierzo. «Esta manifestación debe ser un principio para las reivindicaciones de esta comarca», aseguró el secretario comarcal de la UGT, Omar Rodríguez, mientras que su homólogo en CCOO, Ursicino Sánchez, recordó que movilizaciones como la de este domingo hacen imposible imaginar que el Bierzo «quede en el olvido».
A nivel político, la alcaldesa de Ponferrada, Gloria Merayo, destacó la necesidad de hacer una «llamada de atención» por la difícil situación de la comarca y celebró que la propia ciudadanía diera un paso adelante para defender sus intereses, aunque aprovechó la oportunidad para reclamar medidas de apoyo para el desarrollo económico como «exenciones fiscales a las empresas que se asienten, rebajas en la electricidad, y ayudas para favorecer la instalación de empresas en la comarca».
Por su parte, el presidente del Consejo Comarcal, Gerardo Álvarez Courel, resaltó la «unión» del Bierzo en una cita trascendental que contó con la participación de su paisano más ilustre, Luis del Olmo, que fue el encargado de leer un manifiesto junto a la cantante berciana Edith Fernández en el que se pidió a los políticos que «echen el resto por una tierra que lo ha dado todo».