La reina de los ríos

La piragüista leonesa Raquel Carbajo es subcampeona del mundo y de Europa sub’23 en la modalidad de maratón. Entrena cada día en las aguas del Bernesga y sueña con ir a unos Juegos

Jesús Coca Aguilera
13/12/2014
 Actualizado a 12/09/2019
Carbajo, con su piragua en el paseo del Bernesga, frente a una pintada que refleja bien sus ‘rugidos’ en las grandes competiciones. | DANIEL MARTÍN
Carbajo, con su piragua en el paseo del Bernesga, frente a una pintada que refleja bien sus ‘rugidos’ en las grandes competiciones. | DANIEL MARTÍN
Una estrella está naciendo en León. Su nombre es Raquel Carbajo y los éxitos le avalan y confirman como una de las piragüistas con mayor futuro y presente de todo el panorama nacional e internacional. Subcampeona del mundo sub23 en la modalidad de maratón en Dinamarca, una plata y un bronce en la misma disciplina en el Europeo sub23 en Portugal, dos veces campeona del prestigioso descenso internacional del Sella, campeona de España de descenso en aguas bravas... Son algunos de los éxitos más importantes que, a sus 24 ‘añitos’, reúne ya esta joven deportista nacida un 22 de junio de 1990 en Santa María del Páramo, bañezana de adopción pues pasó allí sus años de colegio e instituto, con residencia familiar en Requejo de la Vega, y que desde hace un año vuelve a entrenar en León con el ‘Kayak Pico Azul’ después de haberse marchado con 14 años al Centro de Tecnificación de Zamora y haber estado en Valladolid durante los años en que estuvo estudiando la carrera de Educación Social.

Ahora se la puede ver entrenando en las aguas del Bernesga, donde se ejercita cada día de lunes a sábado. «Sólo descanso el domingo, el resto de días de la semana entreno unas cuatro horas, una de carrera o gimnasio y tres en el agua», explica esta amante de los deportes que se acabó decidiendo por el piragüismo más por gusto que porque tuviera claro que se le daba bien: «De pequeña hacía gimnasia rítmica, orientación, atletismo y piragüismo, pero llegó un momento en que me tenía que decantar por alguno porque eran incompatibles, los horarios no me lo permitían, y me decanté por el hecho de que me encantaba lo de estar todo el día en el agua metida».

Así acabó convirtiéndose en parte muy importante de su vida este deporte en el que empezó «con ocho años por seguir los pasos de mi hermano, al que siempre he tenido como referente y que me fue enganchando»; pero en el que realmente nunca hubo un momento concreto «en el que fuera consciente de que se me daba muy bien», explica una Raquel que cuenta cómo «desde pequeña he estado ahí adelante, consiguiendo medallas y tal, pero sobre todo lo hacía porque me divertía un montón, en los entrenamientos lo pasaba genial, las competiciones me las tomaba como irme un fin de semana con los amigos...». ¿Una vez que se fue a Zamora y Valladolid? «La cosa se puso más seria, las cosas van cambiando por los resultados», pero siempre con la mentalidad de «disfrutar con la actividad que haces, porque sino no sirve de nada y al final es un sacrificio que te priva de hacer otras muchas cosas».

En cualquier caso, Carbajo deja claro que «nunca he dejado de estudiar y me he sacado la carrera año por año»; porque «vivir del piragüismo es casi imposible, lo hacen tres personas contadas», dejando claro que ahora mismo «de hecho da casi más gastos que beneficios, yo tengo la suerte de tener varios patrocinadores , pero hay que tener en cuenta que por ejemplo en los últimos Mundiales y Europeos me tuve que pagar todo yo: viaje, estancia, inscripción... tengo la suerte de que en el último, que fue en EEUU, en Oklahoma, al venir de ser medallista me lo pagó la Federación, pero es algo aislado». 

Era el primero que disputaba en categoría absoluta tras el subcampeonato entre las menores de 23 años, «el resultado con el que me quedaría si tuviera que elegir uno de los logrados hasta ahora, porque era mi primer gran internacional en individual y llegaba en buena forma pero nunca pensé que fuera sacar una medalla, fue muy emocionante, acababa de ponerme a entrenar con el Kayak Pico Azul, me habían tratado ‘super bien’ y fue un logro de todos muy emotivo».

Ahora queda por ver cómo se le da competir contra las senior, dando por hecho que «será duro porque es enfrentarse a gente con muchos internacionales a sus espaldas y de las que tengo mucho que aprender». Al menos sabe que competirá sobre su distancia preferida, aunque últimamente brilla en las más diversas. «Desde que estoy en León me he vuelto una todoterreno, me animo con todo», afirma entre risas Raquel, que cuenta cómo «me atreví con las aguas bravas que siempre me habían dado miedo, este fin de semana me fui al Nacional de kayak de mar... pero bueno, lo que trabajo y el principal objetivo es el maratón».

No obstante, esa distancia no es olímpica, lo que hace que en el futuro piense en «preparar el 500 que sí lo es y que me planteé ya este año pero no se pudo. Con el estado del Bernesga no se puede, ya que cuando quieres entrenar una distancia que es ‘a toda pastilla’ si tienes que andar dando la vuelta ya esos 500 metros son irreales». Todo porque, como el de muchos deportistas, su sueño es estar en unos Juegos Olímpicos. «A corto plazo sería una medalla en la categoría senior de un Mundial, pero a largo, aunque tenga que ser realista y sepa que ahora mismo es imposible, mi sueñon sería alcanzar un metal en unas Olimpiadas », señala ambiciosa Raquel. Viendo su progresión, que nadie la descarte. En ella está el futuro del piragüismo español.
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