La red convencional de ferrocarril tiene 16 'puntos negros' en León

Limites de velocidad en zonas de las vías en mal estado o con elementos rotos

Alfonso Martínez
14/01/2019
 Actualizado a 19/09/2019
Limitación de velocidad fijada por Adif en un punto de la red convencional de ferrocarril en la provincia.
Limitación de velocidad fijada por Adif en un punto de la red convencional de ferrocarril en la provincia.
Todo el mundo quiere AVE. Desde principios de este siglo, el impulso la alta velocidad ferroviaria se ha convertido en una baza política y por lo tanto en un reclamo por parte de los diferentes territorios españoles con independencia del color político que los gobierne en cada momento o del número de habitantes que puedan beneficiarse de una inversión muy elevada. Podría decirse incluso que el AVE se ha convertido en un eje fundamental de la gestión pública, como la sanidad, la educación o las pensiones.A nadie se le escapa que el AVE ha supuesto un antes y un después para León. Los últimos datos reflejan que los trenes que unen la capital con Madrid superaron en 2018 por primera vez el medio millón de viajeros, lo que supone un incremento del 10% más que el año anterior y un 94,7% de usuarios más que el año previo al desembarco del AVE.Y ello ha tenido sin duda alguna un efecto muy positivo en materia de turismo y también de negocios debido a la reducción del tiempo de viaje, que se sitúa ahora en dos horas y diez minutos. Se espera además que con la próxima puesta en servicio del sistema de seguridad y control ERTMS el viaje a Madrid dure menos de dos horas. Sin embargo, la cara negativa de esa apuesta por el AVE la encontramos en la red convencional de ferrocarril, cuyo estado es manifiestamente mejorable. El episodio registrado en un tren extremeño a principios de año ha puesto el foco sobre una infraestructura que es vital para la vertebración del territorio y que durante la última década ha recibido en nuestro país una inversión sensiblemente inferior a la del AVE. Concretamente, las vías convencionales habrían contado en este periodo con casi 6.400 millones, mientras que las de la alta velocidad superarían los 31.400.Pero ha habido problemas también mucho más cerca de León. Cabe recordar que en la línea convencional que va a Asturias se produjeron cortes de circulación el pasado mes de diciembre por los desprendimientos de rocas sobre la vía, lo que obligó a operarios del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) a llevar incluso la voladura controlada de una roca por el peligro que suponía para la infraestructura.

Buena prueba del mal estado de la red convencional es el plan de limitaciones de velocidad máxima que ha puesto en marcha Adif y que entró en vigor el pasado 1 de diciembre. Aunque se refiere a toda la zona noroeste del país, en el caso de la provincia de León son 16 los puntos en los que se rebaja la velocidad permitida como consecuencia de algún tipo de problema en la infraestructura por la que circulan los trenes.

En el caso de la línea convencional que une Venta de Baños con Gijón, son un total de 11 los puntos de la provincia con restricciones de velocidad, mientras que los otros cinco corresponden a la infraestructura que tiene como destino La Coruña, tal y como puede comprobarse en las tablas que acompañan a esta información.

El documento al que ha tenido acceso este periódico atribuye estas limitaciones de velocidad a cuestiones como la rotura de piezas como cruzamientos de vía o corazones de los desvíos, pero también se deben a problemas en el estado de los túneles y pasos superiores o a cuestiones de se seguridad en pasos a nivel. En el caso de la línea León-La Coruña, se están sustituyendo las traviesas en la zona de Barrientos, mientras que en la de Asturias las obras de la variante de Pajares también imponen límites de velocidad a los trenes de una red que nos hace recordar que no sólo del AVE vive el ferrocarril.

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