La procesionaria será más frecuente en entornos urbanos

El Procurador del Común insiste en reclamar medidas contra la plaga del insecto

L.N.C.
10/01/2020
 Actualizado a 10/01/2020
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El Procurador del Común solicita a los Ayuntamientos de más de 5.000 habitantes que sigan implementando las medidas de prevención y control de la procesionaria del pino que mejor se adapten a las características de su municipio y al número de ejemplares afectados, que se efectúe una adecuada planificación de las labores de control y eliminación del insecto, y que presten especial vigilancia y seguimiento a los ejemplares situados en zonas escolares y en zonas de recreo para mascotas. También, solicita que se facilite una adecuada información al ciudadano, que efectúe un seguimiento de la incidencia en zonas verdes o fincas particulares y que recaben la ayuda y asistencia técnica de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente en cumplimiento del mandato de cooperación y coordinación administrativa al servicio de los ciudadanos.

El Procurador del Común inició una actuación de oficio ante la existencia de una elevada afectación de las áreas arboladas de Castilla y León por la llamada oruga procesionaria, por su “llamativa presencia en parques y jardines públicos y también en zonas de juego infantil o en los patios de los centros escolares”, que ha provocado “una cierta alarma social, sobre todo por los efectos urticantes y los daños que causa el simple contacto con ellas, tanto en las personas como en las mascotas, singularmente en los perros”.

La tendencia a la expansión de este insecto va a hacer cada vez más frecuente su presencia en los entornos urbanosDebido a que ha sido una queja recurrente, desde la Defensoría se sabía que las entidades locales han venido aplicando distintos métodos preventivos y de tratamiento de este lepidóptero, con diferentes resultados en cuanto a su efectividad, sobre todo cuando han existido cambios en el ciclo de eclosión y bajada a tierra de las orugas, ciclo que resulta cambiante año tras año en función de diversas circunstancias climatológicas que provocan, tras los inviernos de temperaturas muy suaves, un adelanto y una mayor proliferación.

El resultado de la actuación puso de manifiesto que las situaciones son muy distintas, ya que hay localidades en las que no existe ninguna incidencia de procesionaria, frente a otras en las que directamente los informes remitidos hablan de plaga y de dificultades en el control de la misma.

Así, según los datos facilitados, la tendencia a la expansión de este insecto va a hacer cada vez más frecuente su presencia en los entornos urbanos, por las condiciones climáticas, por lo que para el Procurador, las administraciones deben estar preparadas para combatirlo en apenas unos meses y mantener la población de esta especie en umbrales aceptables.

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