La Plataforma San Blas prepara un abrazo reivindicativo al castillete para recuperarlo

Lamenta que se esté deteriorando sin que las administraciones hagan nada por conservarlo, algo para lo que nacieron como agrupación hace ahora cinco años

Mar Iglesias
12/12/2021
 Actualizado a 12/12/2021
El encanto del castillete parece envolver un cuento de Disney, pese al olvido que se tiene de él. | J.M.L.
El encanto del castillete parece envolver un cuento de Disney, pese al olvido que se tiene de él. | J.M.L.
La Plataforma San Blas – Sumando sueños es una asociación creada y registrada en octubre de 2016 con el objetivo principal de trabajar en el sueño colectivo y la reivindicación social de la rehabilitación del Castillo de San Blas y su entorno, su cuidado y protección, para disfrute público.

Recuerda uno de sus promotores, Julio Vila, que anteriormente, en febrero de 2014, hubo un primer movimiento social materializado en la creación de la página de Facebook “Salvemos el castillo de San Blas y su entorno”. “Pero la inflexible oposición de la Fundación Fustegueras, administradora de los bienes de la herencia Valdés, a cualquier idea de actuación y aprovechamiento público de la finca, unido a ciertos comentarios despectivos escritos contra la Iglesia y sus representantes, dieron lugar a una respuesta desproporcionada, la construcción de una valla, a finales de julio de 2016, ilegal, antinatural e inapropiada, pero que consiguió en ese momento desilusionar y poner freno a la actividad que se venía desarrollando”, recuerda Vila.

Lejos de desistir en su intento, la agrupación decidió crear una nueva página “para no dejarnos intimidar y continuar con el sueño y la reivindicación, dándole un nuevo impulso, con una nueva estrategia, fijándonos como método de trabajo el respeto, la legalidad, el diálogo y la discreción”.

A lo largo de estos cinco años recién cumplidos, Vila asegura que se han ido documentando para “tener una visión amplia y clara sobre la historia y avatares que envuelven el Castillo de San Blas y todo lo relacionado con sus propietarios, así como los entresijos de funcionamiento de la Fundación Fustegueras y las personas que la administran, con entrevistas personales con todos ellos”.Hasta el punto de que, con toda la información localizada consiguieron sacar a la luz una publicación en noviembre de 2019.

El libro “El Castillo de San Blas. Un sueño dormido”, recoge “nuestra experiencia hasta ese momento y toda la verdad sobre la historia del Castillo, sus propietarios, la familia Valdés, la donación de todo su patrimonio a Ponferrada por su último descendiente -Miguel Fustegueras-, el conflicto por la herencia ponferradina de los millones, la Fundación Fustegueras, la finca de San Blas y su castillo; y nuestra denuncia y reivindicación para que sea reconocido su valor como patrimonio histórico y cultural de Ponferrada, que se proteja, se cuide, y se le de aprovechamiento público”, explica.

En ese sentido, el balance que hace de este lustro de trabajo es positivo “por todo lo que hemos ido descubriendo y aprendiendo, por la buena acogida de nuestros propósitos, encontrando siempre el apoyo y el ánimo de la gente, soñadores, amigos del castillo, y en general de todos aquellos que de alguna manera lo han visto y comprobado su encanto, porque hay que recordar que la finca de San Blas y su castillo, aún siendo una propiedad privada, entre comillas, carece de vigilancia y siempre ha sido y sigue siendo accesible para cualquiera que quiera aventurarse a visitarlo, por lo que, en cierto modo, a pesar de su abandono, es un bien que nos pertenece a todos”.

Del lado negativo, lamenta que, a pesar del tiempo dedicado y transcurrido, “no se ha logrado el entendimiento necesario entre Fundación y Ayuntamiento para rescatar del abandono el castillo de San Blas y darle un aprovechamiento beneficioso para todos”.

Precisamente en este año 2021, el 16 de abril se cumplía el 60 aniversario de la muerte de Miguel Fustegueras Álvarez, acontecimiento que destacó la Plataforma en su página con un resumen de su vida y su legado a Ponferrada “y nuestra reprobación una vez más, a la labor de los administradores de la Fundación Fustegueras, por su empeño en mantener la finca de San Blas como una “propiedad privada”, descuidando su mantenimiento y vigilancia, y haciendo oídos sordos al pueblo y a los movimientos sociales al respecto”.

“Por voluntad testamentaria, la finca de San Blas y su castillo son y serán siempre un patrimonio a administrar por la Fundación Fustegueras pero son también patrimonio de Ponferrada”, recuerda Vila, y patrimonio cultural “y como tal, es un legado común en cuya protección, valoración y activación debería participar el conjunto de la sociedad, o al menos ser tenida en cuenta”.

Aunque muchos hayan cuestionado a la Fundación por tener una matriz eclesiástica, Vila considera que “no es una fundación eclesiástica sino una fundación clasificada como de beneficencia particular, que por definición tiene su patrimonio afectado a la consecución de fines benéficos de interés general, y el interés general tiene que ver con el bien común de la sociedad entera”.

Realmente los miembros de la fundación son párrocos “porque así lo dispuso Miguel Fustegueras en su testamento”, es decir que el cargo de patrono es algo que les viene impuesto por el hecho de ser párroco, “pero a efectos de sus funciones como miembros de la fundación son personas con nombres y apellidos con unas obligaciones derivadas de su condición de patronos”, aunque reconoce que para algunos este tema “ni les va ni les viene”.

La agrupación no entiende que, cuando el Ayuntamiento reconoce su interés “y buena disposición para acondicionar y poner en valor el espacio del castillo de San Blas, cuando el alcalde es un miembro más del patronato de la fundación con voz y voto, y cuando en nuestras entrevistas individuales con los miembros de la fundación ninguno de ellosmostrara su rechazo a la idea de la rehabilitación y aprovechamiento (excepto su anterior presidente que sigue haciendo valer su poder como miembro y defensor a ultranza de la propiedad privada de la finca de San Blas)” no se consiga hacer nada “la inacción es la peor de las acciones”, apuntan.

Con esperanza recibieron una respuesta del Ayuntamiento ilusionante con sus peticiones y que parecía coger cauce cuando el patio de la casa de los Valdés fue cedido al ayuntamiento para la celebración de los conciertos “Corteza de Encina” en el verano de 2020. Pero parece que esa carrerilla que empezaba a cogerse se ha frenado.

Y, mientras, la Plataforma no ha dejado de dar ideas como también otros “nuestra labor ha sido reconocida en publicaciones como la del historiador Miguel J. García González para la revista Bierzo 2020 (“La familia Valdés en Madrid y sus vicisitudes durante la guerra”), donde hace referenciaa la buena relación existente en ese momento entre el patronato de la fundación y el ayuntamiento y sugiere actuaciones de reconocimiento y agradecimiento a quién ha favorecido tanto a Ponferrada, como podrían ser traer sus restos a Ponferrada, rehabilitar su casa, de la calle del Paraisín, y establecer allí un museo para explicar la vida de una familia burguesa del siglo XIX diferente”. Se suman a ellas abrir la finca de San Blas al pueblo, dedicándola, por ejemplo, a jardín botánico.

Cinco años en los que solo ha pasado el tiempo

A lo largo de estos cinco años en los que parecía que se avanzaba pero no, el castillete sigue “en las mismas o peores condiciones que cuando comenzamos nuestra andadura, ya que sigue abandonado a su suerte, a los actos vandálicos y al deterioro del paso del tiempo, ante la pasividad de sus administradores y de nuestro ayuntamiento”, critican. Solo algunas actuaciones de voluntariado o la limpieza de grafitis y basura en el castillo y su entorno desarrollada por la Plataforma.

Transcurrido este tiempo con el resultado relatado, la Plataforma lamenta que no tenga ya más recorrido. Asegura que ha tocado todos los palos sin resultado “pero seguiremos insistiendo y denunciando lo que consideramos desidia y negligencia de los administradores por incumplimiento de sus obligaciones recogidas en sus propios estatutos”.

Pero en la recámara guardan una actuación más que esperan que sea la definitiva para hacer despertar a la sociedad en esta reclamación, la convocatoria de un abrazo humano multitudinario al castillo como muestra del apoyo y la voluntad del pueblo, de la que ya están informados, aseguran, los responsables tanto el Ayuntamiento como de la Fundación “y que hemos ido posponiendo por la pandemia y por precaución, pero que visto lo visto la vamos a impulsar ya para este próximo año, pendiente aún de fecha”, apuntan.

Patrimonio de la ciudad

La Plataforma lanza una reflexión sobre la propiedad de San Blas “por voluntad testamentaria, la finca de San Blas y su castillo son y serán siempre un patrimonio de la Fundación Fustegueras pero son también patrimonio de Ponferrada, y patrimonio cultural, y como tal, es un legado común en cuya protección, valoración y activación debería participar el conjunto de la sociedad”.

“¿Cuántos años más vamos a dejar pasar?”, se pregunta, pidiendo al Patronato de la Fundación un movimiento. Un órgano compuesto por 12 miembros, de los cuales, 11 son los párrocos de las distintas parroquias de Ponferrada y la de Campo, y el otro es el alcalde de Ponferrada.
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