La pandemia motiva un descenso de las manifestaciones en León

200 convocatorias dejan a la provincia en el cuarto puesto a nivel autonómico, tras Valladolid, Burgos y Segovia

L.N.C.
11/10/2021
 Actualizado a 11/10/2021
Manifestaciones en Castilla y León. | ICAL
Manifestaciones en Castilla y León. | ICAL
Las restricciones impuestas por la pandemia del Covid-19 y los meses que la población tuvo que permanecer confinada en sus casas para frenar los primeros envites de la crisis sanitaria redujeron de forma considerable el número de manifestaciones el pasado año en la provincia de León. Según los datos de los que dispone el Ministerio del Interior, 2020 se cerró en territorio leonés con 200 manifestaciones convocadas. Estos datos dejan a León como la cuarta provincia en número de protestas en la comunidad autónoma, tras Valladolid (337), Burgos (274) y Segovia (238). En el conjunto autonómico, el número de movilizaciones en este año marcado por el coronavirus fue de 1.473.

En el año inmediatamente anterior al Covid, el 2019, en León se contabilizaron 226 manifestaciones. No obstante, en 2018 casi se duplican los registros del pasado año en la provincia, con 371 protestas convocadas.

En la última década, solamente 2017 con 186 tuvo un menor número de manifestaciones que 2020 en León, donde a partir de la desescalada se comenzaron a convocar protestas por las restricciones impuestas a determinados sectores económicos. Entre 2012 y 2016 se convocaron en León entre 200 y 300 manifestaciones anualmente.

En el conjunto de España, el descenso se situó en el 29,6 por ciento, hasta las 22.449 protestas convocadas tal y como recoge la Agencia Ical en base a los datos del Ministerio del Interior. Como en los últimos años, asociaciones ciudadanas volvieron a ganar el protagonismo en la calle a los sindicatos y fueron las responsables del 46,8 por ciento de las manifestaciones convocadas en Castilla y León. En concreto, estos colectivos organizaron 690 concentraciones, el 46,8 por ciento del total, mientras que los sindicatos estuvieron detrás de una de cada cuatro. A mucha distancia se encuentran los partidos políticos que el pasado año llamaron a la movilización ciudadana en 84 ocasiones (5,7 por ciento), los grupos independentistas (diez), las asociaciones ecologistas (siete) y los colectivos de estudiantes (cinco).

El efecto del 15-M


Tras el récord alcanzado en 2012, donde la conflictividad laboral, los recortes y el movimiento 15-M dispararon el número de manifestaciones convocadas en Castilla y León hasta las 3.124, esta cifra se ha ido reduciendo progresivamente hasta las 1.425 de 2017. La tendencia se rompió en 2018 cuando se alcanzaron las 2.333 concentraciones. Así, mientras hace ocho años se celebraron en la comunidad una media diaria de ocho manifestaciones y media, el año pasado solo fueron cuatro.

La evolución de la comunidad, tal y como apuntan desde la Agencia Ical, ha sido similar a la registrada en el conjunto de España, dado que de las 8.400 movilizaciones que se celebran de media en los últimos años antes del inicio de la crisis de 2008, se pasó en 2012 a 44.233. Desde entonces, la tendencia ha sido a la baja. En 2017 se alcanzaron las 29.091, por las 22.449 del pasado año.

Una de cada tres movilizaciones fueron contra medidas legales o políticas (433), mientras que los asuntos laborales (278), representaron el 18,8 por ciento. Las reclamaciones sanitarias se convirtieron en la tercera causa, con 195 movilizaciones (13,2 por ciento), por delante de los asuntos vecinales, con 95 concentraciones (6,4 por ciento) y reivindicaciones del ámbito de la enseñanza, con 83 (5,6 por ciento), ientras que la lucha contra la violencia machista ocupó el sexto lugar con 56 protestas (3,8 por ciento). Por demandas relacionadas con la inmigración se convocaron 32 protestas, una menos por demandas ecologistas y 15 fueron organizadas por organizaciones agrarias.

La 'marea morada', a la cabeza


Como en los últimos años, las manifestaciones con motivo del Día Internacional de la Mujer fueron las más multitudinarias y una 'marea morada' formada por unas 40.000 personas volvió a salir a las calles de Castilla y León el 8 de marzo, un semana antes de la declaración del estado de alarma.

A partir del 14 de marzo, las concentraciones se redujeron a la mínima expresión. En abril se convocaron tres y en mayo 36. A partir del verano hubo una recuperación hasta llegar a noviembre, cuando se alcanzaron 247, la cantidad más alta en un mes en todo el año. En el último trimestre del año fue el sector de la hostelería el que protagonizó la protestas para exigir ayudas directas con las que compensar las pérdidas provocadas por las medidas restrictivas para combatir el Covid.
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