La otra Semana Santa de Sahagún

GALERÍA DE IMÁGENES | La localidad leonesa acoge un original programa procesional protagonizado por pasos hechos de palés y muñecos portados por chavales

Elena F. Gordón (Ical)
18/04/2019
 Actualizado a 15/09/2019
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Declarada de Interés Turístico Regional desde hace más de una década, la Semana Santa de Sahagún atesora, además de siglos de historia, la admiración de quienes la contemplan y la devoción de los que la viven desde dentro, con intensidad y en muchos casos desde la más tierna infancia. Es el caso de Ángel, de 12 años, y Diego, de 14, a quienes su corta edad impedía tener todo el protagonismo o implicación que anhelaban en las procesiones, por lo que decidieron construir sus propios pasos y organizar su particular calendario de celebraciones.

La aventura comenzó en 2015. “Surgió porque veíamos o íbamos a las procesiones y sólo podíamos llevar cosas pequeñas, como una vela, y dijimos que por qué no hacíamos nuestros pasos. Empezamos nosotros y un par de amigos de confianza”, detalla con soltura Ángel, a quien la tradición de la Semana Santa le viene de familia y, por ello, es cofrade desde que nació.

El empeño de los chavales contó con varios aliados, entre ellos Alejandro, el abuelo de Ángel, con quien acondicionó el palé que sirvió de base para su primera creación y al que seguirían unos cuantos más. “Le ponemos debajo listones de madera y hacemos el trabajo de carpintería, recubrimos y después perfeccionamos las andas”, detalla sobre los pasos fundamentales para poner en marcha la estructura.

“Mi tía compra los muñecos, los peina y los decora y mi abuela Pilar hace las vestimentas, igual que las de la Semana Santa de verdad, que las hace ella, pero réplicas pequeñas, mi tío Nacho también ayuda”, detalla sin querer olvidar a quienes hacen posible que, pieza a pieza, hayan conseguido una meta que no se habían marcado.

Santiago, el padre de Ángel, recalca que es algo que “ha mamado y como no había nada para los niños, empezó con su abuelo a preparar los pasos. Empezaron con uno, hicieron alguno más y luego la réplica de todos los pasos de Sahagún”. El del caballo de Longinos, el soldado que según la tradición cristiana traspasó con una lanza el costado de Jesús, es su favorito.

Por su parte, Diego se estrenó con su padre, que le preparaba pequeños pasos de cartón, papel y algo de madera hasta que un año hizo uno más grande, que incluso tenía andas. Su madre, María, explica que desde muy pequeño “paseaba con una cruz por el patio, imitando las procesiones y ha inculcado lo mismo a los amigos y se inventaron lo de los pasos”.

“A todos los padres nos parece una iniciativa bonita, vemos que les gusta procesionar y vivir la Semana Santa y es la manera de que esto pueda seguir adelante. Esta afición para ellos es una manera de pasar estos días de vacaciones y vivirlos de otra forma y dentro de lo que pueden hacer es muy sano, les unes y les hace colaborar entre ellos” resume.

Además, añade Diego, sus pequeñas procesiones contagian la pasión que ambos tienen por la Semana Santa a otros chavales, tanto para apuntarse como cofrades como para formar parte de la banda en la que él toca el saxofón. Y es que las salidas de la Semana Santa 'junior' van acompañadas también de música -de momento grabada- aunque asegura que varios compañeros se han ofrecido ya a participar con sus instrumentos.

“Al principio invitamos a algunos compañeros y ellos invitaban a otros y luego ya venía mucha gente; algunos de fuera nos lo pedían también”, comenta Ángel antes de recordar que en alguna de sus peculiares procesiones participan hasta 60 niños “de Sahagún y alrededores”. El éxito de estas citas les ha llevado a preparar incluso unos dípticos ('Semana Santa Junior') en los que se detallan las fechas, horarios y ubicaciones de cada una de las procesiones, seis en total.

Diego detalla que el año pasado se completaron los pasos. “Gustó bastante y Ángel dijo que éste tenía que ser el mejor de todos los años y ya decidimos hacerlo a lo grande, con folletos y todo. Ya mejor no se puede”, concluye después de recordar que la ausencia de celebraciones en algunas localidades pequeñas cercanas les supone ganar adeptos para su peculiar Semana de Pasión.

Los desfiles, lógicamente, sorprenden a quienes no los conocen. “Se paran a mirarnos, porque les parece original y bonito” afirma Ángel orgulloso y preguntado sobre la opinión del párroco comenta que “ha dicho que igual nos pasa a ver un día”. Una vez completado el catálogo de pasos de la villa, “de momento, vamos a mantenerlo y a perfeccionar algunas cosas y cuanta más participación, mejor”, señala.

La secular tradición taurina de Sahagún también deja huella en los más pequeños y cuando a Ángel se le plantea si piensan extender a otros ámbitos lo que para ellos es mucho más que un pasatiempo responde rápido: “Estamos pensando reproducir los encierros de San Fermín para niños”. De momento, por quinto año, disfrutan y se entregan a sus dos Semanas Santas.
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