La noche y la ciudad

Antonio Basavilbaso presenta en el Auditorio Ciudad de León su obra pictórica, que entremezcla imágenes del tráfico nocturno, de ciudades de noche, de escenas familiares y de playas del norte con arenas y aguas limpísimas

Vicente García
15/06/2019
 Actualizado a 18/09/2019
El artista y músico Antonio Basavilbaso en el Auditorio. | VICENTE GARCÍA
El artista y músico Antonio Basavilbaso en el Auditorio. | VICENTE GARCÍA
El profesor de dibujo que se dedicaba a sus clases y a su familia se jubiló y comenzó a dedicarse a lo que le gustaba, esto es, a pintar y a cantar, y con estas dos aficiones ha llegado a León a presentar en el Auditorio su colección de pinturas de buen tamaño y sus canciones con las que deleitó a quienes asistieron a la inauguración de su muestra.

Antonio Basavilbaso ha llenado las dos salas de exposiciones del Auditorio con sus pinturas en las que se entremezclan imágenes del tráfico nocturno, de ciudades de noche, escenas familiares y de playas del norte con arenas y aguas limpísimas. Una exposición que llena a quien la ve de colorido de luz y de vivencias que en algún momento todos los espectadores hemos disfrutado.

Ha trabajado a lo largo de los años realizando algunos cuadros cada año, encargos y temas esencialmente simbolistas como la historia platónica- hinduista del carro de la vida cuyos caballos son las emociones y en uno de los cuadros se encuentran desbocados mientras que en el otro están tranquilos. O el cuadro dedicado a Carlos Castaneda el autor mexicano que interesó a muchas personas en los años setenta.

Sus cuadros son figurativos y realistas, y para ello se acerca a los lugares para preparar el trabajo para finalizarlo después. Como él mismo dice: «Los temas los veo, hago el boceto y los dibujo inicialmente, pero al final los termino en el estudio para tener más libertad».

Sus cuadros tocan bastante temas, por un lado el tráfico recargado y nocturno de autopistas donde la velocidad es reflejada de un modo interesante y muy plástico, lo que denota su saber hacer y su profesionalidad. Por otro lado tiene otros temas tan actuales o más como la inmigración, las imágenes familiares y de fiesta con personas en forma de figuras, no de retratos, pues las caras poco se ven, aunque el color es excelente. Y sobre todo ese nocturno que abre la exposición, un nocturno de gran ciudad con un hombre de espaldas, una imagen con un cierto sabor cinematográfico. Y no puede faltar hablar de las playas con sus paisajes y las gentes que las ocupan.

El estilo hemos dicho que es realista aunque sin ese exceso de realismo que produce el hiperrealismo, ya que el autor considera que: «No quiero llegar al hiperrealismo como tal porque copia en exceso la fotografía que tiene elementos plásticos muy diferentes de la pintura. Mi interés no está en lo que puede mostrar una fotografía, siempre me quedo en lo que es la pintura». Y esa pintura con su simbología y sus motivos es la que podemos ver en esta sala de un pintor cercano que ha hecho de los pinceles su arma frente al mundo, produciendo emociones variadas en quienes los disfrutan.

Tras haber presentado su obra y explicado su forma de trabajar ante el público que asistió a la inauguración de la exposición, tomó su guitarra e interpretó dos canciones, demostrando que además de pintor es también un excelente músico.

La exposición de Basavilbaso podrá verse hasta el día 27 de junio.
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