La ninfomanía, mitos y realidades sobre el deseo sexual femenino

L.N.C.
09/06/2021
 Actualizado a 10/06/2021
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El término ninfomanía se aplica únicamente al género femenino y la RAE lo define como el deseo violento e insaciable en la mujer de entregarse a la cópula. Sin embargo, existen muchas incertezas sobre este proceso, pues incluso en manuales diagnósticos de psiquiatría, no se considera esta adicción al sexo como un trastorno.

Es indudable que sí existen mujeres que desarrollan malestar mental e incluso físico y que eso puede llevar a ciertos trastornos hasta el punto de suponer un problema importante para su día a día. En este sentido, los síntomas de la ninfomanía, que se explican con detalle aquí desde la psicología, pasan por el deseo insaciable de practicar sexo, los pensamientos recurrentes y obsesivos por este tema, dedicar más tiempo del habitual a las relaciones sexuales, sensación de insatisfacción sexual y sentimientos de arrepentimiento.

La barrera entre deseo sexual y adicción por el sexo

Mantener deseo sexual activo no es problemático, pero traspasar la barrera hasta convertir esto en adicción sí supone ya un grave riesgo. Eso ocurre cuando se dan patrones de actuación que están marcados por la búsqueda compulsiva de nuevas experiencias sexuales, parejas diferentes para satisfacer las necesidades eróticas y mucha frustración cuando no se satisface ese deseo.

La compulsividad sexual es esa incapacidad para controlar el comportamiento sexual, algo que puede ir de la mano con conductas autodestructivas. Las consecuencias negativas de comportamientos ninfómanos van desde el deterioro de la vida de pareja, problemas a nivel laboral, pérdida de libertad personal e incluso afecciones a nivel de salud corporal.

No existen datos epidemiológicos que determinen con precisión qué porcentaje de la población es adicta al sexo, o ninfómana en el caso de las mujeres, pero algunos estudios hablan de prevalencias en una horquilla del 2 al 6% de las personas sexualmente activas.

Una afección psiquátrica, psicológica o a tratar por parte de sexólogos

La ninfomanía es adicción al sexo, es una forma de hipersexualidad. Sigue tratándose de una afección difícil de encajar en aluna disciplina, pues muchos psiquiatras creen que queda fuera de su ámbito de actuación, mientras que los sexólogos sí se declaran especialistas en su diagnóstico y tratamiento.

Por otra parte, aparece también el campo de la psicología, que ofrece herramientas para tratar esta afección. De hecho, muchos expertos en sexología proceden del ámbito de la psicología. Una clave importante es que si todo depende de un proceso adictivo, por sus elementos comunes con otras adicciones como el juego, el alcohol o las drogas, sí podría ajustarse a criterios psiquiátricos.

Pero esta opinión no es compartida por muchos profesionales, pues el psiquiatra Miguel Bernardo no considera que la adicción al sexo y la ninfomanía deban ser considerados trastornos de su ámbito de actuación, sino conductas sexuales de difícil control.

Por su parte, la OMS señala que tanto los varones como las mujeres pueden quejarse ocasionalmente de un impulso sexual excesivo como un problema en sí mismo, y que esto suele aparecen con más frecuencia al final de la adolescencia y al inicio de la edad adulta.

¿Cómo tratar los problemas de ninfomanía?

Lejos de ser considerado como un proceso con buena prensa, incluso deseado, la hipersexualidad puede ser la apertura de una puerta a otras patologías: depresión, fobias, abuso de sustancias, trastornos de personalidad

Es habitual que las personas que pidan ayuda por este trastorno lo hagan cuando ya han cruzado una línea que les genera grandes dificultades en su vida diaria. Las consecuencias adversas a nivel personal y profesional que implica la adicción al sexo son realmente negativas, así que no todo vale en el sexo.

En estos casos el tratamiento va dirigido a frenar esos comportamientos compulsivos introduciendo mejoras en las relaciones interpersonales. Los programas de autoayuda son comunes en otros países, pero tienen aún poca cabida en España por la diferente concepción de la sexualidad en nuestra cultura.

A esto se suma la dificultad para diagnosticar estos procesos y el sentimiento de vergüenza que sigue generando reconocer ninfomanía, que no deja de ser una adicción más. En este sentido es importante que los profesionales consideren la sexualidad como un tema totalmente natural, alejado de tabúes, para no estigmatizar a las pacientes y que se muestren confiadas para relatar sus conductas sexuales sin sentimientos de culpa.
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