La montaña leonesa en las distintas estaciones

El invierno ya está aquí y las rutas se complican por diversos factores

Vicente García
15/11/2019
 Actualizado a 15/11/2019
Caminando con raquetas. | GEMA R. BERASATEGUI
Caminando con raquetas. | GEMA R. BERASATEGUI
Caminar por las montañas leonesas es una actividad relajante y saludable si se hace con cabeza y sin exponerse a peligros que se pueden encontrar en todas partes. Y en las distintas estaciones del año los lugares cambian bastante y las rutas se pueden hacer más difíciles y peligrosos.

El otoño suele ser ventoso y lluvioso, y salvo el peligro en las altas cumbres con mucho viento o las mojaduras, el terreno suele ser bastante agradable para andar, además los tonos de las hojas hacen que los paseos por bosques de árboles de hojas caducas sean un placer visual para los que se mueven por el monte.

Otra cosa diferente es el invierno que ahora comienza con las primeras nieves, aquí es donde hay que tener cuidado y extremar las precauciones tratando de evitar todos los riesgos posibles.

Si una nevada es pequeña se anda bien con botas normales, que no calen, pues se podrían congelar los pies, pero cuando la nieve recién caída no está posada andar pos su superficie se hace muy difícil y cansado, por lo que es aconsejable utilizar raquetas de nieve o esquís, siempre con conocimiento y práctica en su uso antes de enfrentarse a una ruta fuerte.

Lo que en ningún modo se puede hacer es utilizar las raquetas en fuertes pendientes y más si están heladas, pues el peligro de caídas es muy grande y puede ser una temeridad. Las raquetas de nieve son para caminar por nieve blanda sin excesiva pendiente y sin hielo. Con hielo solamente el piolet y los crampones pueden ser efectivos cuando las subidas son empinadas. Y la utilización de los crampones requiere un conocimiento previo no solo de cómo andar, sino de cómo colocarlos adecuadamente y cómo quitarlos en condiciones de frío y viento, que suelen ser las habituales. Lo mismo ocurre con el piolet que requiere conocimiento y práctica. Para eso se puede recibir cursos de las organizaciones de tiempo libre, como Kayak pico Azul o Gueko.

En el invierno las tardes son cortas y el sol se pone pronto, por lo que es imprescindible calcular con holgura el tiempo de una ruta para evitar que se haga de noche aumentando los problemas, y llevar siempre en esta época una linterna por si acaso.

Cuando ha caído nieve recientemente suele encontrarse inestable con tendencia a formar aludes, por lo que en lugares con fuertes pendientes y posibilidad de avalanchas hay que circular con las debidas precauciones.

En todas las estaciones puede haber peligro de que caiga la niebla y la orientación sea más problemática. Si se desconoce el terreno hay que caminar con mucho cuidado y en cuanto se vea que uno se ha perdido detenerse y esperar a que se vaya la niebla o buscar algún camino o lugar conocido. Es importante utilizar ayudas a través del teléfono móvil o cualquier otro señalizador como los GPS.

La primavera es época de deshielos y los ríos y arroyos suelen bajar cargados de agua, es preciso cuidarse al vadearlos y hacerlo solamente cuando no haya puentes cercanos, mientras que en el verano el calor es el elemento que más problemas puede crear.

Siempre que se salga a la montaña, y en el invierno con más razón, se debe programar adecuadamente la ruta y para ello se puede acudir a libros que señalan esas rutas, como el editado por la Nueva Crónica: 50 rutas leonesas, o los de la editorial Calecha y otros, o bien acudir a blogs de montaña como ‘Montaña Leonesa’, ‘La senda del hayedo’ o ‘Rutinas varias’, donde se pueden conocer diferentes rutas, y como se ha dicho anteriormente utilizar los medios tecnológicos disponibles para facilitar los recorridos e informar a familiares y amigos la ruta que se desea hacer para que conozcan dónde se va a ir por si hubiera algún problema.

Se acerca el invierno y es necesario aumentar las cautelas para evitar los problemas a la hora de salir a disfrutar de las hermosas montañas leonesas.
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