La mascarada con 'denominación de origen' de La Bañeza

A pesar de la lluvia, los disfraces tuvieron más ganas de salir a la calle que los paraguas en el desfile de La Bañeza, que este martes celebró su día grande y este miércoles el entierro de la sardina

P.J. Abajo
05/03/2019
 Actualizado a 19/09/2019
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El Carnaval de La Bañeza, además de ingenio y vistosidad, tradición y arraigo, fama y colorido, entre otras muchas cualidades tiene en su haber una declaración como cita de Interés Turístico Nacional. Y eso se consigue a base de esfuerzo y de demostrar año tras año que a la hora de salir a la calle a disfrutar de los días en honor de Don Carnal, haga bueno, llueva o pase lo que pase, los auténticos carnavaleros locales son diferentes y por eso su fiesta tiene «denominación de origen».

Y es que los más aficionados llevan desde el viernes demostrándolo en desfiles y eventos musicales, salidas espontáneas y hasta en el lugar de trabajo. Pero este domingo, día grande del carnaval, La Bañeza demostró estar a la altura con un desfile de más de tres horas –amenazado por la lluvia desde el inicio y pasado por agua desde la mitad– para que tres mil personas de todas las edades, veinte charangas y casi treinta equipos de sonido formaran una gigantesca serpentina multicolor donde donde cobraron vida animales, personajes de cuento y del cine o incluso de la televisión, seres mitológicos y hasta personajes del mundo de la publicidad, como Naranjito, mascota del Mundial del 82.

Entre los paraguas de los miles de espectadores que hicieron pasillo al desfile de grupos y carrozas se colaron japoneses y geishas, personajes de Pokémon y de Alicia en el País de las Maravillas, extraterrestres, ángeles caídos, salamandras, unicornios, espías rusos y los clásicos de todos los carnavales, como son los payasos, duendes y hadas o disfraces de estilo veneciano.

Todos ellos detrás de la carroza de la Musa del Carnaval 2019, Gloria Valero Ruiz-Santaquiteria, quien presidió el desfile acompañada por su grupo Lacasitos, con un disfraz de brujas y hechiceros. También se vieron en La Bañeza pájaros, hindúes, un par de grupos de Steampunk, otro de romanos que repitió disfraz, exploradores en un safari, manzanas con gusanos, ratones, un cabaret, sevillanas, jardineros, un tributo a Donna Summer, muchos Joker, piragüistas, cíngaros, globos aerostáticos, lámparas de pie, cabareteras, y un grupo de samba, entre otros muchos que dieron color al desfile pasado por agua.
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