La levedad del paisaje

Seve Trapiello expone la muestra pictórica 'Memorias de aquí' en la renovada galería Sharon Art

Vicente García
27/09/2019
 Actualizado a 27/09/2019
El artista en la galería Sharon Art. | VICENTE GARCÍA
El artista en la galería Sharon Art. | VICENTE GARCÍA
Seve Trapiello inauguró este jueves su exposición 'Memorias de aquí' en la renovada galería Sharon Art, situada al lado del Palacio del Conde y frente al mercado del mismo nombre. En las paredes de la galería y en los espacios del bar aledaño se pueden ver paisajes de montaña, de oteros y de riberas que llevan al espectador a un mundo mágico de ensueño, donde las brumas se confunden con la vegetación y los cielos se disparan en nubes acogedoras.

Como él mismo nos dice: "El camino del paisaje para mi está muy transitado y en esta ocasión presento imágenes de la provincia de León con un salto a Asturias, con la playa de Llanes, y cuatro obras representando los jardines de Aranjuez". Y viendo los cuadros colgados en esta exposición el espectador no puede menos que rendirse al arte maduro y pausado de su autor, ya consagrado, que remueve la sensibilidad de quien admira su obra y la comparte.

Todo es magia en los paisajes de Seve Trapiello, no se trata de recreaciones fotográficas, es la evolución creativa y poética del autor la que marca el recorrido de sus imágenes, y que va más allá para encontrar el alma y el misterio de los lugares que dibuja, que de un modo u otro es su propia personalidad llena de emociones sensibles.

El paisaje es un medio que utiliza el autor para mostrar sus vivencias, esos paseos al lado del río, esos rincones maravillosos donde los cantos rodados se vislumbran bajo el agua transparente iluminados por un sol tamizado por las hojas de los árboles y cargados en algunas zonas de reflejos.

"Mi evolución ha pasado de los iconos bizantinos, el románico, la figura humana, los bodegones, hasta el paisaje que ha sido una constante a lo largo del tiempo", comenta el autor que reconoce también que se encuentra a gusto pintando, sea cualquier motivo o cualquier objeto, y su pintura ha circulado por diferentes países, sobre todo Centroamérica, en México, Panamá, Guatemala. "En Panamá trabajo con la galería Conery Palma y con ellos he realizado una exposición recientemente, pues allí mi pintura gusta y se acepta muy bien, aunque llevo cosas más surrealistas, que es lo que tiene mejor aceptación", nos dice.

Sus cielos son espectaculares, las nubes se van diluyendo dejando en algunos casos el suelo reducido a la mínima expresión bajo el peso de una atmósfera cargada de suaves matices que son imposibles de reproducir por quien no tenga el arte, la maestría y la experiencia de Seve Trapiello.

Algo similar ocurre con la nieve, pues las nubes en el cielo y la blancura de la nieve en el suelo están impregnadas de matices y en medio de ellas, como rompiendo esa blancura de los dos elementos, un suave grupo de árboles, apenas una mancha casi otoñal que refuerza ese paisaje. Los abedules en la nieve con sus blancas cortezas y los restos de alguna hoja otoñal son también excelentes ejemplos del vigor poético que impregna el autor a su obra.

Hay piezas en el interior del bosque que llevan a la reflexión, que acercan al espectador a esos paisajes de ribera, pues el agua siempre está asociada a esos lugares que tanto invitan al recogimiento, donde las nubes están ausentes y solo aparece el bosque y el agua, donde el autor suele pasear muy a menudo.

Las montañas calizas de esta tierra están reflejadas en su obra, pero no son montañas que se puedan reconocer, pues el autor toma retazos de aquí y allí para recrear el paisaje formando un ambiente que va a impregnar todo el cuadro y que no se puede asociar a un lugar concreto, sino a toda la montaña leonesa.

Es el ambiente el que hace que los paisajes de Seve Trapiello no sean simples fotografías, porque el autor ha puesto toda su alma en cada uno de ellos, en sus árboles, sus caminos, sus nubes, sus lomas nevadas, sus cantos rodados los rosados brezos primaverales, rocas, montañas, todo lo que es el paisaje y que se derrama en suaves pinceladas a través de cada uno de los cuadros de este autor. Y todo ello puedenverlo hasta el 26 de octubre en la sala Sharon Art, Plaza del Conde Luna 9.
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