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La Junta-cortijo sanitario

08/10/2020
 Actualizado a 08/10/2020
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La epidemia de Covid-19 ha llevado al confinamiento de parte del Área Metropolitana de León. Para tomar esa decisión se utilizan 3 parámetros: contagios de los últimos 14 días por cada 100.000 habitantes, tasa de ocupación de camas UCI y porcentaje de casos positivos sobre el total de test PCR. León ha superado los tres umbrales: 500 contagios, 35% de ocupación de camas UCI y 10% de los testados.

León entra así en el confinamiento con una infradotación de camas UCI que fue decidida en Valladolid por el gobierno de PP y Ciudadanos, y apoyada en León por Silván y Villarroel, desde el Ayuntamiento. A los populares y a los naranjas les parece bien que a Castilla se le asigne un refuerzo de 46 camas UCI, mientras que a la Región Leonesa se le asignan 7 (3 en León, 4 en Zamora y 0 en Salamanca). Para ocultar el caciqueo de poner 28 UCI extra en Valladolid –de las 46 totales–, la consejería saca la ratio de ocupación autonómica de las camas, que es la que comunica, como si fuese de recibo que un enfermo de León fuese trasladado a una UCI de Soria.

La cuestión de fondo es que esas UCI extra durante la pandemia suponen unas dotaciones de aparataje y médicos. Una vez termine la pandemia, el aparataje nuevo se quedará en el hospital donde esté, mayoritariamente en Valladolid. Quién sabe si, además, consolidarán algunos de los médicos y enfermeras intensivistas.

Por otra parte, esta actuación denota que la Junta está dispuesta a trasladar a enfermos graves a Valladolid, a riesgo de que pase lo mismo que con el cachorro de lobo que apareció en Abelgas de Luna. Con tal de centralizar, no importan los riesgos. La sanidad en Castilla y en León está concebida como un cortijo, dirigido por dos médicos pucelanos: Igea y Casado. Es tan hiriente la diferencia como que en León se hace un solo PCR a los sospechosos de Covid-19, aunque en Valladolid se están haciendo dos PCR con 15 días de espacio entre ambos para lo mismo.

En conclusión, cuando Mañueco declara que no espera de un contendiente político que haga política con la pandemia, había que replicar cuántos muertos cuestan sus decisiones y por qué hay que callarlo. Que el Hospital de León y el del Bierzo están infradotados es un clamor. La Junta, órgano competente para resolverlo, solo agrava la situación. Eso sí es hacer política con nuestra salud: centralismo a costa de mortalidad.

En el Hospital de León se han suspendido durante la primera ola de la pandemia consultas, tratamientos y operaciones por el colapso operativo; pero se puso el hospital de campaña en Valladolid y las nuevas UCI en Valladolid también. ¿Cómo pedir silencio ante semejante atropello?
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