La jabalina que apunta a la élite

El leonés David Silván, de sólo 15 años, es campeón de España sub’16, "sueña" con ir a unos Juegos y aspira a acercarse a los 70 metros esta temporada para acudir al Europeo sub’18

Jesús Coca Aguilera
03/12/2019
 Actualizado a 03/12/2019
David Silván, durante un entrenamiento en el CAR. | MAURICIO PEÑA
David Silván, durante un entrenamiento en el CAR. | MAURICIO PEÑA
En el Centro de Alto Rendimiento de León, bajo la dirección de Víctor Rubio, se está formando una generación dorada de lanzadores de jabalina que triunfan en los Nacionales de categorías inferiores y lideran la nueva hornada de atletas de la provincia.

Y entre ellos, brillando con luz propia pues con sólo 15 años ya es campeón de España sub’16, hay un leonés que dejó el fútbol sala y el hockey que practicaba de niño para centrarse en unos lanzamientos que le engancharon desde el primer día y, tras probar todos y dársele más o menos igual cada una de las disciplinas, se decantó por la jabalina porque era la que más le gustaba.

Es David Silván del Prado, un estudiante de 4º de la ESO del IES Ordoño II que tiene «un sueño, ir un día a unos Juegos Olímpicos», y que aún sabiendo que eso es un objetivo muy a largo plazo y tremendamente complicado, trabaja día a día para ir dando pasos en esa dirección y sobre todo disfrutar de un mundo del atletismo que le apasiona desde que le descubrió teniendo seis años.

Estudia en el Ordoño II e hizo fútbol sala y hockey antes de pasar a los lanzamientos. Hace 3 años se centró en la jabalina «Fue cuando empecé, estando en 2º de Primaria. Ahí hacía de todo, pero ya el año que cursaba 6º me fui con mi entrenador Víctor y me dediqué a los lanzamientos», recuerda el atleta leonés, al que le «gustaban desde el principio,porque era más grande que los demás y se me daban mejor, pero antes de esos 10 o 11 años no nos dejan centrarnos en una disciplina».

Cuando los pudo coger de lleno, le engancharon por completo. El disco, el peso o el martillo, los cuales todavía hace «alguna vez suelta en alguna prueba en el Hispánico», también se le daban bien, pero cuando llegó el momento de decidirse, «hace unos dos años y medio», se quedó con la jabalina porque tenía «algo diferente y especial».

«Entreno 6 días a la semana, unas 2 o 2 horas y media cada uno. Además de lanzar hago vallas, escaleras o circuitos» Y apenas dos años después de empezar, el verano pasado llegó el impulso que le confirmó que iba por el buen camino. Porque en el Campeonato de España sub’16 que se disputaba en Gijón, Silván se colgó la medalla de oro tras enganchar el mejor lanzamiento de su vida y mandar la jabalina hasta los 59’55 metros, lo que era la sexta mejor marca española sub’16 de todos los tiempos.

«Era mi primer Nacional al aire libre, porque el año pasado me lesioné en el codo a mediados de temporada y no pude hacer la mínima», recuerda un David que ya ha dejado atrás por completo ese problema físico y que recuerda cómo «iba con unas expectativas muy altas de lograr una medalla y ser primero o segundo. Tengo un compañero de Palencia, con el que me llevo muy bien ya que nos conocemos de todas las competiciones, que en el Nacional de invierno había ganado conmigo tras él, y que en marca personal me sacaba un metro, pero conseguí vencerle haciendo mi mejor lanzamiento en el mejor momento, en el más importante».

«Mi punto fuerte es la técnica y tengo que mejorar la fuerza, pero es que esta temporada es la primera que haré gimnasio» Un premio que lleva un duro trabajo detrás, puesto que David Silván entrena «seis días a la semana, de lunes a sábado, unas dos horas o dos y media cada uno», haciéndolo habitualmente «en el CAR, aunque también vamos a veces al Hansi Rodríguez a hacer multisaltos en las escaleras».

Es una de las tareas que incluyen las sesiones de entrenamiento, que durante una semana normal incluyen «escaleras para coger estabilidad y más velocidad en los pies, vallas para tener movilidad en la cadera, gimnasio y circuitos de acondicionamiento físico... y luego los lanzamientos claro, que los hacemos tres de los seis días de la semana, en el exterior y dentro contra la red».

En esto está ahora mismo, en plena pretemporada de un año «diferente» y muy importante para él, ya que el cambio de categoría a sub’18 supone también «que cambie el peso de la jabalina, de 600 a 700 gramos», por lo que ahora mismo «lo que más me ocupa es coger la nueva y sentirme bien con ella».

«Es ir pillándole el truco al nuevo peso, porque también es más larga y vuela diferente. Es lanzar y entrenar mucho para conseguir llegar a sentirte como con la otra», apunta el leonés, que no tendrá «hasta finales de enero» las primeras competiciones.

«Quiero intentar lanzar cada vez más y seguir hasta lograr algo importante e ir a un torneo grande absoluto» Pese a ello, la ambición es máxima. Porque si los 59’55 metros con los que logró su mayor éxito son ahora su mejor marca, en esta temporada «si va muy bien, puedo lanzar más de 65 metros». De hecho, en el mejor de los escenarios, querría llegar «al Europeo sub’18 que se celebrará en Italia. Tendría que lanzar 70 o así, pero mi técnico Víctor me dice que, si lanzo como el año pasado, sumando que éste será el primero en el que haga gimnasio, podría llegar a ser».

Metas altas para David, que mide 1,83 metros y cumplirá en marzo los 16 años, que de cara a repetir éxito en el Nacional no necesitaría un crecimiento inmediato tan notable, puesto que «seguiremos estando los que entrenan conmigo, el de Palencia que quedó segundo en el último y uno de Cantabria que ganó el año pasado con 57».

«Miro para hacer buena marca, es lo que importa», añade el lanzador, que recuerda por ejemplo cómo «el año pasado, antes del Nacional que gané, estaba súper mal, no llegaba ni a 50. Pero Víctor me insistía en hacer técnica, técnica y técnica, en lanzar de cerca y practicar cadera y cosas de esas, y con ello conseguí llegar al momento más importante mejor que nunca. Él es quien te modela para que lances tanto y la clave de que estén saliendo tantos lanzadores medallistas en León».

De hecho, que ahora mismo «sea mi punto fuerte la técnica y tenga que mejorar la fuerza», es consecuencia «de su forma de trabajo, que no le gusta que la hagamos hasta sub’18, prefiere que pillemos primero la técnica. Si he lanzado 60 sin hacer fuerza, veremos ahora hasta dónde puedo llegar».

Quiere estudiar Fisioterapia o INEF, tiene como referencia a Johannes Vetter y ve atletismo «siempre que lo dan por la tele» ¿A largo plazo? Además de esos Juegos Olímpicos «que son lo que cualquier deportista persigue», David tiene la meta «de poder llegar a ir a un campeonato grande absoluto» y la mirada fija «en seguir hasta conseguir importante. Quiero intentar lanzar más cada vez, a ver esta temporada si me va bien con la jabalina de 700 gramos y cuando toque la de 800 se irá viendo».

La referencia del leonés, que es de los que «siempre que hay atletismo en la tele lo veo», es un ganador olímpico, el alemán Johannes Vetter, dominador de una disciplina en la que ahora mismo España está pujante, puesto que hace apenas unos meses el pamplonés de 21 años Manu Quijera batió el récord de España al situarlo en 81’31 metros.

Un espejo en el que puede mirarse Silván, que tiene en mente estudiar «INEF o fisioterapia» una vez que acabe el bachillerato, y que confía en compaginarlo con una carrera de éxito en el mundo del atletismo. Y de momento, los pasos correctos para lograrlo está dándolos.
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