La implementación tecnológica en la industria de Castilla y León

Las tecnologías pueden beneficiar considerablemente a la industria alimentaria, algo que ya se ha convertido en una tendencia generalizada

L.N.C.
11/11/2020
 Actualizado a 13/11/2020
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El Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (Itacyl) ha organizado recientemente unas jornadas fundamentadas en tecnologías innovadoras para la industria agroalimentaria, con el objetivo de impulsar la innovación en este sector agroalimentario de nuestra comunidad.

Esta iniciativa de Itacyl solo es un ejemplo más de la necesidad imperante de implementar la tecnología a todos los sectores y niveles, desde las pequeñas y medianas empresas a las grandes compañías.

De hecho, hace unos meses hablábamos de la modernización de los regadíos, con una inversión de nada menos que 49,3 millones de euros, y es que la intención de Itacyl es que este sector, tan importante para la comunidad, no solo se adapte a una tendencia internacional, asumiendo las necesidades y demandas de un mercado cada vez más digitalizado, sino que mejore su propia eficiencia y productividad.

La nanoencapsulación y la microencapsulación fueron dos de los protagonistas de las jornadas sobre el uso tecnológico en la industria agroalimentaria, pues estos procesos permiten que se conserven las propiedades de los alimentos cosechados por los agricultores durante mucho más tiempo. A grandes rasgos, y sin profundizar excesivamente en el proceso o en datos técnicos, gracias a un mecanismo desarrollado por las sustancias bioactivas, los nutrientes se pueden liberar de manera controlada, creando aditivos naturales que, además, favorecen la salud de los usuarios.

El motivo por el que hemos profundizado un poco en estos dos ejemplos es que nos sirve para explicar, de manera ilustrativa, cómo las diferentes tecnologías pueden beneficiar considerablemente a la industria alimentaria, algo que ya se ha convertido en una tendencia generalizada en el sector agroalimentario internacional.

Sin embargo, el sector agroalimentario solo es una pequeña pieza de un gran engranaje que tiene que empezar a ver la tecnología como un conjunto inabarcable de posibilidades que beneficiará, invariablemente, a todas las industrias que se adapten, poco a poco, a los avances que ya son una realidad, muy presente en un mercado global altamente competitivo.

Las empresas pertenecientes al sector del ocio y del entretenimiento han sabido adaptarse muy bien a esta tendencia digitalizadora y tecnológica, y pueden servir de referente a otros tipos de empresas y sectores. Los juegos de casino, por ejemplo, han sabido adaptarse tan bien a esta tendencia que su digitalización, la implementación online y la posibilidad de jugar a través de dispositivos móviles ha posibilitado que se produzca un aumento de jugadores y una facturación global que no ha dejado de crecer durante los últimos años.

Y es que existe una tendencia incontestable hacia la digitalización y el uso de prácticamente cualquier servicio desde la comodidad que nos ofrece el sofá de nuestra casa. Ya ni siquiera hablamos de servicios concretos, sino que cuestiones tan básicas como hacer la compra o realizar las compras destinadas a los regalos navideños a través de internet gana cada vez más adeptos.

La principal pregunta es, entonces, cómo hacer llegar esta tecnología a los diferentes ámbitos. Probablemente, habría que comenzar por una educación de los diferentes sectores, empezando por aquellos que se encuentran más lejos de la tecnología. Posteriormente, el Estado, o las diferentes comunidades autónomas, debieran derivar incentivos económicos para optimizar los recursos tecnológicos de pequeñas y medianas empresas.

Es cierto que la digitalización puede conseguirse de una manera relativamente fácil, siempre y cuando los diferentes responsables de una empresa en particular estén por la labor; otra cosa es proporcionar la infraestructura tecnológica necesaria para que esa digitalización e implementación se hagan realidad. En este caso, bien seguro, tendrán que involucrarse los diferentes gobiernos, además de hacerlo los responsables particulares de cada empresa.

Sea como fuere, la innovación tecnológica, la digitalización empresarial y la optimización y eficiencia ya son una realidad incontestable. La manera en la que la industria castellana leonesa en particular, y la española en general, se adapten a estos elementos tan importantes de los sectores industriales definirá también cuál será nuestro lugar en una economía cada vez más globalizada.
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