La hora de la responsabilidad

Han pasado solo diez días desde que la Junta de Castilla y León decretó la extensión de la obligatoriedad del uso de la mascarilla con el objetivo de prevenir nuevos rebrotes de coronavirus y evitar que la situación se descontrole como está ocurriendo ya en diferentes zonas del país. Y desde entonces se contabilizan en la provincia de León más de 460 sanciones, con un importe de 100 euros cada una, por no llevarla o por utilizarla de modo indebido. La cifra será incluso mayor, puesto que hay algunos municipios que aún no facilitan datos de la Policía Local. Pero esa cifra ya sirve para hacer un llamamiento a la responsabilidad individual. No es porque las autoridades puedan hacer daño a nuestros bolsillos con las multas. Eso es lo de menos. Ese llamamiento a la responsabilidad individual viene del riesgo cierto de que pueda haber nuevos rebrotes que agraven la situación de la pandemia en nuestra provincia, tal y como está ocurriendo ya en otros puntos de España. Muchas quejas hubo cuando había escasez de mascarillas, muchas críticas al Gobierno hubo cuando por este motivo desaconsejó su uso. Así que –ahora que las tenemos a nuestra disposición– debemos utilizarlas y ser conscientes de que con un gesto tan simple como ponernos la mascarilla podemos evitar que en el futuro tengamos que afrontar escenarios más complicados.