La glorieta de Guzmán pudo tener verja (I)

Un repaso por los proyectos que se propusieron para delimitar monumento

Jose M. Fernández Chimeno
14/12/2021
 Actualizado a 14/12/2021
Plano de alzado –detalle de la puerta y del pilar de tranqueo– (30 de noviembre de 1898). |  L.N.C.
Plano de alzado –detalle de la puerta y del pilar de tranqueo– (30 de noviembre de 1898). | L.N.C.
Quienes pudieran pensar que la paupérrima aportación que tuvo el Ayuntamiento de León en la inauguración del monumento conmemorativo de Guzmán (el Bueno) se debió a la desidia o incompetencia de sus regidores, están equivocados. Fueron hasta tres los proyectos de la verja para la glorieta proyectada, todos encargados por el Consistorio y pergeñados por los diversos arquitectos municipales (oficiales e interinos), a lo largo de un lustro (de 1885 a 1990).

La historia comienza cuando el Vpdte. de la Comisión provincial, D. Antonio Arriola remite una carta al Excmo. Ayto. de León, con fecha 12 de julio de 1895, proponiendo se nombre una Comisión municipal a fin de estudiar de común acuerdo el lugar más apropiado para el emplazamiento del proyectado monumento, y la Comisión de Obras Municipales de León emitió informe favorable. En Sesión de 18 del vigente se dijo que «habiendo resultado por unanimidad elegir el punto donde se cruzan la calle de Ordoño 2º en su prolongación hasta el puente, y el paseo de Guzmán el Bueno, que en forma de tal ha de extenderse hasta San Marcos, en todo proyecto de ensanche que se formule, fueron encargados los Sres. Arquitectos provincial (Francisco Blanch y Pons) y municipal (Manuel Hernández y Álvarez-Reyero), en unión del presidente de la Comisión de Policía y obras, de estudiar sobre el terreno, si el emplazamiento reúne las condiciones necesarias y consultar la opinión del Sr. Ingeniero Jefe de la provincia (Manuel Diz Bercedoniz) por tratarse de una carretera del Estado». [ADPL. Caja 20104-8 (Doc. 22)].

Tendrán que transcurrir tres años hasta que el nuevo arquitecto municipal Luis Domingo y Rute –antes de emprender viaje a Madrid y presentar desde allí su dimisión por motivos de salud–, en cumplimiento de la obligación adquirida, hiciese entrega de la Memoria del 1º Proyecto de Verja, junto con los planos y el presupuesto correspondiente; en donde se menciona: «Respecto á la composición artística el Arquitecto debe exponer, que describiéndose en el monumento las rectilíneas y seberas molduras, las inclinadas caras de los apilastrados y el rectangular ábaco del capitel; indudablemente inspirados en el templo egipcio, había de darse á la verja el mismo carácter, siquiera se conspirase a obtener un conjunto menos severo…». [AMLE. Caja 21].


Estilo egipcio


En cuanto al «estilo egipcio» de la verja, nada podía objetar el arquitecto municipal, dado que iba en clara consonancia con la opinión que sobre el pedestal premiado había tenido la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando; la cual veía como un mal menor el elegir el estilo de los templos de Egipto, dado que en la Edad Media no se levantaban monumentos de esta índole.

El arquitecto municipal diseña el proyectó sobre el pequeño zócalo, interrumpido de trecho en trecho por basas de pilares (escalonado), y la verja sencilla está cortada por las pilastras de piedra. A la Memoria descriptiva de cerramiento, que se quiere dar al monumento del insigne Guzmán (El Bueno), le acompaña el presupuesto de contrata que asciende a 9.900, 14 pts.; así como los planos que llevan fecha de 30 de noviembre de 1898. La Memoria descriptiva resalta no solo las virtudes del proyecto, sino también sus defectos. El mayor de ellos es la pendiente que, aunque no sea mucha supone un contratiempo para el diseño. Aun así es aceptable, pues inclinada está «la hermosa verja del edificio Biblioteca y museos de Madrid, proyectada por el ilustre arquitecto Jareño y Alarcos…». De inmediato se cursa una petición de presupuesto (precios para la verja con faroles) a la Fábrica La Amistad S.A., ubicada en Oviedo.

La Comisión provincial autorizando al tracista de aquella Corporación para desempeñar la oficina de Obras municipales, siempre que lo permitan los servicios de la provincia En los comienzos del año 1899, «la Comisión provincial autorizando al tracista de aquella Corporación para desempeñar la oficina de Obras municipales, siempre que lo permitan los servicios de la provincia». El arquitecto provincial Francisco Blanch y Pons (del que se afirma era pariente de Antonio Gaudí y Cornet, al estar casado con Ángela Cornet, natural de Reus y supuesta prima del genial arquitecto) dice que encuentra deficiencias en el «proyecto de verja» para la glorieta de Guzmán (el Bueno); pues, aunque contiene todos los datos para poder formar idea del emplazamiento, producirá mejor efecto «si se introducen en el zócalo de la misma y en su colocación las modificaciones que aconsejan los principios de estética más elementales como son: el que tanto la verja como su zócalo tengan sus remates á niveles horizontales sin banqueo ninguno…», suprimiendo igualmente una de las dos puertas del proyecto original; y sugiere, que es de cortesía remitir el proyecto a la Diputación provincial para las observaciones que sean oportunas. El arquitecto municipal (interino) elabora entonces un 2º Proyecto de Verja que presenta ante los Sres. Concejales, con fecha 25 de abril del año en curso, donde, además de la modificación del zócalo y alcantarilla de desagüe, aporta « los planos, presupuesto, y pliego de condiciones facultativas, administrativas y económicas, para poder sacar la obra a subasta».

Con anterioridad, el año 1897, el contratista Julio del Campo que había sido elegido representante del Sr. Gabriel Abreu (el arquitecto premiado en el concurso del pedestal) para la ejecución del referido pedestal, había solicitado en una carta al Sr. Alcalde Constitucional Cecilio Díez Garrote «que ordenase al Sr. Arquitecto municipal vea que la línea en que he de emplazar la cimentación de esta obra; y elevar la presente comunicación al Sr. Ingeniero Jefe de obras públicas [Manuel Diz], para que si lo estima conveniente se digne concederme el permiso…».

Así las cosas, otro contratista, D. Froilán Fernández, que había ganado en subasta pública, de 16 de mayo de 1899, las obras para la construcción del zócalo por el precio de 3.879,36 pesetas, vio como cesaba en su cargo de arquitecto municipal interino Blanch y Pons, requerido por la Diputación para desempeñar su oficio en exclusiva, y como este realizaba los preparativos de un castillejo o andamiaje para la elevación de la estatua sobre el pedestal. El Ayto. de León se ve obligado a sacar a concurso la plaza de arquitecto municipal, plaza que esta vez recaería en Manuel del Busto y Delgado; y en medio de los preparativos de última hora para la recepción de la escultura del citado héroe leonés, se anunciaba en la Sala de sesiones del Consistorio que de conformidad con el dictamen de la Comisión de Policía se aprobaba la reforma del zócalo de la verja de la glorieta de Guzmán (El Bueno). Será, por consiguiente, en el verano de 1899 (el tres de agosto) cuando el 3º Proyecto de Verja lleve la firma del nuevo arquitecto municipal.
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