Estas dos hermanas constituyen una simbiosis perfecta en esta marca que reconocen que “es completamente nosotras”, no solo por el hecho de que ‘Valgut’ está creado a partir de sus apellidos, Valcarce Gutiérrez aunque en orden inverso, sino que también las iniciales de sus nombres y el primer apellido, Begoña y Amaya Gutiérrez, configuran la palabra ‘bag’, bolso en inglés. “Teníamos que hacer bolsos porque estaba en el destino”, señala Amaya.
Begoña es desde pequeña “una apasionada de la moda”, y de hecho es ‘’blogger’ y ‘personal shopper’ y fue la casualidad, al encontrar un taller de artesanos en Madrid que les abrió las puertas, lo que les facilitó empezar a diseñar y desarrollar sus propios bolsos. “Nos recomendaron explotar esa creatividad y la gente nos animaba porque les gustaban nuestros bolsos, y así empezamos poco a poco”, relata Begoña. “Cada vez la gente nos ha demandado más y nos hemos ido lanzando a la piscina”, puntualiza Amaya.Sus profesiones, una llegada del mundo de la consultoría energética y otra del marketing, comunicación y organización de eventos, han hecho que se hayan adentrado en este mundo, no solo desde un punto de vista artístico, sino “pensando un poco en el negocio”. Además, han fijado una filosofía de trabajo “que muy pocas firmas llevan a cabo” basada en la elaboración de bolsos “únicos”, algo hasta ahora posible aunque no descartan que, de seguir este incremento en la demanda, tengan que modificar esta posibilidad y centrarse en series limitadas “porque resulta inviable”, aseguran.
“Cada bolso es único, nunca hay dos iguales, trabajamos con pieles de la mayor calidad y nuestra mayor herramienta, que son los artesanos, han pasado la mayor parte de su trayectoria profesional en firmas de lujo”, relata Begoña, que apunta a que cada pieza está cortada y montada a mano y el resultado final “es totalmente artesanal”. Y eso también se percibe con una única mirada a cualquiera de los ejemplares de las más de 20 colecciones que han diseñado ya desde sus inicios.
Otro de los aspectos diferenciadores de estas jóvenes empresarias es su servicio postventa, de manera que “si a alguien se le descose un asa, inmediatamente se arregla”, ejemplifican, además de que su trato intenta ser muy personal con las clientas. De hecho reconocen que los encargos no se los hacen mayoritariamente a través de su página web, sino de forma personal e incluso a través del ‘whatsapp’ o las redes sociales. Las mayores clientas las tienen en León, donde el boca a boca y el trato “cercano” han tenido por ahora mucho éxito. Además, insisten en que no ven a las compradoras como clientes, sino como “amigas de la firma”.
¿Y por qué bolsos, cuando al hablar de moda casi inconscientemente pensamos en prendas de ropa? Porque para Begoña son “lo más importante y lo que define los 'looks' y da personalidad”, sobre todo en un momento en el que “todos vestimos más o menos igual y en los mismos sitios” y es en los complementos donde se encuentra la diferencia. También los zapatos le gustan especialmente a Begoña, aunque prefiere ir “poco a poco” y en el futuro “ya veremos”. Ambas recuerdan el primer día en el que salieron de casa con sus propios bolsos y el orgullo que supuso, algo que ha ocurrido hace no tanto tiempo y que desde entonces habrá dado como resultado más de 500 bolsos fabricados. Pero lo que más satisfacción les produce es que “cada clienta repite” y la media de bolsos que tienen es de cinco cada una, aunque sonríen al reconocer que en León hay una clienta que ya les ha comprado 18.
Apuesta reciente
Pero después de esta breve trayectoria de unos tres años, ha sido recientemente cuando han decidido apostar por este camino, en especial Begoña, que después de la pasada Semana Santa se arriesgó y dejó las ocupaciones que había tenido hasta el momento, dirigiendo plantas de biodiesel y trabajando como abogada, para “apostar totalmente” por esta pasión. Amaya por ahora continuará con su trabajo y desempeña en Valgut el aspecto creativo al que se ha dedicado siempre.
Y es que hasta el momento habían recurrido a sus ahorros y a la ayuda de la familia, reinvirtiendo siempre lo ganado en años que resultaron “realmente apretados”, pero ha sido ahora cuando han empezado a recurrir a financiación externa ante el crecimiento y la demanda del negocio. Superada la barrera inicial, y después del éxito que perciben, no se marcan metas pero tampoco se ponen techo a esta actividad. “Siempre hemos hecho las cosas despacio y con calma”, reconoce Begoña que matiza que la intención es ser “un referente de exclusividad y calidad a nivel nacional”.
De fuera hacia dentro
Es la tendencia que quieren seguir porque “es más fácil” ya que entienden que uno de los errores que se comete en España es que “se aprecia más lo de fuera que lo de dentro”, y al margen de su trabajo en nuestro país ya están buscando distribuidores exclusivos en el Reino Unidos e incluso quieren instalarse en los países árabes, donde ya tuvieron una primera experiencia con una tienda de Kuwait que adquirió algunas de sus piezas. Por ahora no se plantean poder abrir una tienda física porque no quieren “masificar” el mercado, pero sí están trabajando en mejorar su página web para “vender a todo el mundo y a distribuidores en exclusiva de otros países”.
Tal ha sido el impacto que están generando que incluso una revista como el Vogue británico, de gran prestigio en ese país, quiere hacerse eco de la exclusividad de estas leonesas. “Te vas haciendo un pequeño huequito, están interesados y buscan la calidad y algo distinto y quieren tener una colaboración con nosotras”, dice orgullosa Amaya, que explica que estaba previsto que fuera en la publicación del mes de octubre aunque se retrasará a noviembre porque en estas semanas están viviendo “una locura” además de que han preferido esperar a los nuevos diseños recién salidos este mes.
Salto a Cibeles
Begoña y Amaya Gutiérrez Valcárce ya saben lo que es estar presentes en la pasarela e intentan acudir “a todos los eventos posibles”. No obstante ya han hecho acto de presencia en la Semana de la Moda de León, como no podía ser de otra manera, pero también en la Semana de la Moda de Oviedo o en Sevilla, además de que han expuesto en la fundación Adolfo Domínguez de Madrid.
Pero la clave está en encontrarse “en el lugar indicado” como les ocurrió a estas hermanas leonesas que se hicieron un hueco para contar con una carpa en el desfile que tuvo lugar el pasado mes de mayo en plena Milla de Oro de la capital de España, donde se dieron cita diseñadores de primer nivel. Fue entonces cuando la diseñadora abulense Esther Noriega se acercó a conocer los bolsos de Valgut&Bag.
“Le gustaron mucho nuestros bolsos y quedó en llamarnos, y efectivamente a los cinco días nos llamó”, relata Amaya, que cuenta cómo le gustó el contraste de los bolsos con sus diseños, de ahí que les propusiera participar conjuntamente en el desfile de Cibeles del próximo 20 de septiembre. Para esa cita están saliendo del taller los primeros diseños, que a grandes rasgos y con la intención de mantener el secreto de lo que podrá verse sobre la pasarela, puede avanzarse que son “espectaculares, con mucho color, muchos contrastes de color y de piel y desde bolsos grandes hasta bolsos de tamaño medio, estilo retro, una cartera de mano…”, añaden.
Por el momento, y a pesar de esta gran cita que tienen por delante, Begoña y Amaya reconocen no estar demasiado nerviosas. “Los nervios van a venir los últimos días”, añaden, al tiempo que insisten en que lo están viviendo todo “muy tranquilas” y con los pies en la tierra a pesar de que estar en Cibeles tiene una importancia “impresionante”, y en especial para el poco tiempo que llevan. De cualquier forma puntualizan que “la estrella del desfile es Esther Noriega y nosotros complementamos sus diseños” aunque la sola presencia allí supone “un sueño”.