La economía leonesa tira de la comunidad

La economía leonesa emprendió el pasado año la recuperación tras el batacazo sufrido en 2020 a raíz de la propagación de la pandemia de coronavirus y de las importantísimas limitaciones a la actividad que se decretaron para hacer frente a sus primeras olas.

El Producto Interior Bruto (PIB) de la provincia se redujo entonces un 8,1%, según los informes trimestrales que elabora Unicaja Banco a través de Analistas Económicos de Andalucía. Frente a esa caída, los datos correspondientes al pasado ejercicio –que figuran en el octavo número de ‘Situación económica y perspectivas de las provincias de Castilla y León’– reflejan un crecimiento económico del 5,1%. Y la recuperación del terreno perdido culminará en el año que acabamos de emprender, puesto que el informe prevé un crecimiento para la economía leonesa de un 5,7%, dato más elevado del indicador sintético de actividad que utiliza Unicaja Banco a la hora de evaluar la evolución de las nueve provincias de la comunidad.

Esta expansión de la economía es superior a la que el informe plantea para el conjunto de Castilla y León, que se sitúa en un 5,3%. Concretamente, por detrás de nuestra provincia se situarían Zamora y Segovia (+5,6%), Salamanca (+5,5%), Soria (+5,4%), Burgos (+5,2%), Ávila (5,1%) y Valladolid (+5%). El farolillo rojo de la comunidad sería finalmente para la economía de Palencia, que se quedaría en un crecimiento del 4,1% durante el presente ejercicio.

En todo caso, el informe asegura que estas previsiones se enmarcan en un contexto de elevada incertidumbre por diversos factores como las nuevas variantes del virus, los estrangulamientos en las cadenas de producción o el incremento de precios y costes.

Entre las principales causas para el liderazgo de León en el crecimiento económico de la comunidad destaca el buen comportamiento del mercado laboral. En este sentido, el informe hace referencia a que el aumento del empleo en la comunidad en todos los sectores productivos, salvo en la industria, donde se han observado 1.100 empleos menos, mientras que en los servicios se ha registrado la mayor parte con 23.600 ocupados más que el trimestre anterior, seguido del sector agrario (7.600) y la construcción (2.600). Por provincias, entre los meses de julio y septiembre del pasado año el número de personas ocupadas ha aumentado en todas ellas, permaneciendo estable en Palencia, y siendo especialmente relevante el crecimiento observado en León (16.100), por delante de Burgos (5.200), Salamanca (4.400), Valladolid (1.700), Soria (1.600), Segovia (1.400), Ávila (1.200) y Zamora (1.000).

Otra de las claves de ese liderazgo en el crecimiento económico puede encontrarse en el sector de la construcción y más concretamente en la licitación de obra pública. Entre enero y octubre del pasado año, la licitación pública oficial en Castilla y León superó los 1.118,6 millones de euros, el 5,8% del total de fondos referidos a todo el país. A nivel provincial, León concentra el 21,4% del total de fondos licitados, seguida de Palencia (16,3%), Valladolid (14,6%), Burgos (12,1%) y Soria (10,3%).

Las exportaciones pueden ser también causa de las buenas previsiones económicas, puesto que, salvo en Ávila, se han incrementado, registrando Valladolid el comportamiento más dinámico (35,7%), aunque también han crecido por encima de la media autonómica las exportaciones de Zamora, con un 28,6% y León (25,2%). En este sentido, el valor de los productos que nuestras empresas venden a otros países ya supera ampliamente los datos anteriores a la pandemia.
También está registrando un buen comportamiento el turismo, aunque en este caso no se han recuperado aún los balances de 2019.