La Deportiva quiere crecer por las bandas

Nacho Gil y Pablo Valcarce gustan para reforzar una banda izquierda en la que salvo descartes, habría excedentes

A. Cardenal
18/07/2019
 Actualizado a 16/09/2019
Nacho Gil y Pablo Valcarce.
Nacho Gil y Pablo Valcarce.
La maquinaria no para en la Deportiva. A un mes del comienzo de la competición oficial, el conjunto berciano quiere acelerar la confección de la plantilla para que Bolo pueda contar con el mayor número de futbolistas posibles de cara a los ensayos veraniegos que comenzarán mañana en Camponaraya y ha puesto sus ojos en las bandas.

Entre las opciones que han surgido, las que más fuerza han cogido en los últimos días han sido el extremo zurdo del Valencia Nacho Gil y un viejo conocido, el canterano y también extremo Pablo Valcarce.

En el caso del jugador valencianista, su llegada sería mucho más fácil. Tras su irrupción en el Valencia Mestalla en la temporada 2014/2015 con apenas 19 años jugando 32 partidos y marcando cinco goles en la división de bronce, Nacho Gil pasó a ser una de las perlas de la cantera ché, pero nunca llegó a ser importante con el primer equipo y ha perdido la confianza del club.

Así, después de tres temporadas alternando el filial con el primer equipo sin apenas continuidad con ningún de los técnicos de la capital del Turia, su cesión al Elche el pasado curso se presentaba como la mejor opción para dar un salto de calidad en su carrera y volver ya como un futbolista contrastado, un deseo que no se cumplió.

En el Martínez Valero apenas jugó once partidos durante el pasado curso, una escasez de minutos que eso sí, no impidieron mostrar su facilidad para ver portería.

Dos goles en menos de 500 marcó el extremo en la división de plata, números que en cualquier caso no han servido para mantener la confianza de un Valencia que está dispuesto a darle la carta de libertad.

En el caso de Valcarce, el mayor cartel del berciano y un contrato hasta el año 2022 con el Mallorca, con el que el año pasado ascendió a Primera División, complican el ansiado regreso de uno de los mayores talentos que salieron de las categorías inferiores de la capital berciana.

Pese a que el año pasado no pudo mostrar su mejor nivel, los 112 partidos y 20 goles que acumula en la división de plata son una garantía y son varios los clubes importantes de Segunda División los que están muy atentos a su futuro, por lo que para su aterrizaje en la capital berciana sería el propio futbolista el que tendría que forzar la maquina.

La llegada de cualquiera de los dos o incluso de ambos supondría, salvo descartes, un excedente en una posición donde también se pueden desenvolver Bravo o Pichín, jugadores que fueron piezas fundamentales para el ascenso de la escuadra blanquiazul a Segunda División.
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