La cadena de obstáculos para que Yomber coja el autobús

Yomber Pérez se enfrenta a una verdadera carrera de obstáculos cada vez que tiene que coger el autobús. Y lo hacía todas las mañanas hasta que llegó la pandemiaen la calle La Tejera de Villaobispo, donde está la parada más cercana a su casa, para poder ir al centro de León. Pero nada más llegar se encuentra con la primera barrera que tiene que superar con su silla de ruedas eléctrica: el bordillo, puesto que el rebaje no está en la misma parada y no siempre puede acceder.

Según explica, el rebaje para subir a la acera está al lado de la parada, pero no en ella, por lo que en ocasiones hay automóviles que paran y le impiden subir. «Hay algunos que en cuanto ven que no puedo subir, quitan el coche, pero los hay que dicen que están bien y no lo retiran», asegura. O, simplemente, el dueño no está cerca, por lo que le es imposible acceder al bus y tiene que desplazarse rápidamente a la siguiente parada para que no se le escape el autobús, algo que le ha ocurrido en varias ocasiones a esta persona con discapacidad que lleva 22 años con silla.

Pero esta carrera de obstáculos con la que se encuentra cada día no cesa, ya que el siguiente problema está en el propio autobús. Y es que no siempre funciona la rampa automática con la que accede, sobre todo cuando llueve, porque el sistema da fallo e impide que baje la estructura, con la consiguiente dificultad para que pueda subir al bus.

En ocasiones, hay otros usuarios del autobús que le ayudan a subir portando la silla o, incluso, hasta en tres ocasiones el conductor llamó a un taxi para que desplazara a Yomber hasta Santo Domingo, donde suele finalizar su trayecto diario.

Y si finalmente sube, por lo que para ello ha tenido que solventar el problema del bordillo y la rampa, se encuentra con otro obstáculo más: el autobús que suele hacer su ruta solo tiene espacio homologado para una persona en silla de ruedas o un carrito de bebé, con lo que el conductor le impide el paso si ya está ocupado esta plaza. Según detalla, «hay cuatro o cinco madres en esta zona, donde cada vez hay más carritos porque Villaobispo está creciendo», de ahí que sea más que habitual que cuando quiere coger un bus se encuentre con que ya hay una madre o un padre con un bebé. «También de vez en cuando pasa que hay madres que no pueden subir porque estoy yo ya en el autobús», reconoce Yomber, dejando claro así que esta circunstancia afecta a cualquiera que tenga silla de ruedas o un carrito. De hecho, en ocasiones se vuelve andando a casa si en Santo Domingo no puede subirse, ya que tarda media hora si va con la silla... igual que el bus, así que en el caso de que esperara al siguiente, llegaría una hora después a Villaobispo.

Ante esta situación, decidió llevar el caso al Procurador del Común, al que ya ha remitido tres quejas, mostrando que este problema no es puntual y le afecta tanto en Villaobispo como en León, cuando quiere regresar a casa. A la institución autonómica le ha enviado una lista con la fecha de todas las ocasiones en las que no ha podido tomar el bus, y que le ha obligado a coger un taxi o ir directamente desde Santo Domingo hasta su vivienda. Reclama por eso una solución a estas incidencias que le complican su vida diaria y también a la de las personas que se desplazan con silla o llevan un carrito de bebé.