Desde León y desde el resto del interior del Reino de España lamentamos profundamente, primero, la pérdida de vidas humanas en este destructivo episodio climatológico nacional, y en segundo lugar, los cuantiosos daños materiales sufridos principalmente en toda la costa mediterránea, fundamentalmente en Cataluña, Valencia y Baleares.
Somos conscientes del gran apoyo en nuestra Nación de la existencia del Consorcio de Compensación de Seguros, el cual indemniza de forma casi inmediata y con gran eficacia los enormes daños que ocasionalmente ocasionan los fenómenos meteorológicos en todo el Levante Español.
La realidad es que los enormes fondos dinerarios que se constituyen a través de la tasa en los seguros para el Fondo del Consorcio Español se destinan generalmente al pago de daños en dichas costas, de lo cual nos sentimos plenamente satisfechos, del mismo modo que los receptores de dichas indemnizaciones, están agradecidos de nuestra generosidad patria.
Bueno, para nosotros lo mejor será que no tengamos que lamentar en nuestras personas y bienes tales calamidades y tan sólo tengamos que recordar el ‘vendaval Hortensia’ de principios de los años 80. Ya llovió.
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