Juan Luis García: "El objetivo es que la gente se familiarice con la lectura"

El fotógrafo y músico leonés se muestra sorprendido por la repercusión mediática y social que está teniendo la exposición ‘Haikus de estantería’ que hasta finales de junio puede visitarse en Kanya Enmarcación de la calle Monasterio

Joaquín Revuelta
24/05/2017
 Actualizado a 19/09/2019
El fotógrafo y músico Juan Luis García, este martes en Kanya Enmarcación donde expone actualmente la singular muestra 'Haikus de estantería'. | DANIEL MARTÍN
El fotógrafo y músico Juan Luis García, este martes en Kanya Enmarcación donde expone actualmente la singular muestra 'Haikus de estantería'. | DANIEL MARTÍN
Ni Juan Luis García ni Fran Kanya se hubieran imaginado cuando se inauguró el pasado 11 de mayo la exposición del primero, ‘Haikus de estantería’, en el establecimiento del segundo, Kanya Enmarcación, situado en la calle Monasterio del barrio de San Claudio, la repercusión mediática y social que la muestra iba a tener, de la que se han hecho eco medios nacionales y latinoamericanos, sin contar el impacto que ésta ha tenido en las redes sociales, donde el juego lingüístico consistente en crear frases con sentido a partir de títulos impresos en los lomos de los libros se ha puesto de moda y son ya muchos los internautas que cuelgan sus fotos en la Red con esta práctica, como en 2012 hizo como divertimento Juan Luis García con su primer ‘haiku’ al unir los títulos ‘Porno’, ‘Correr’ y ‘Debería caérsete la cara de vergüenza’.

El fotógrafo, profesor del Conservatorio de Música de León y director de la Orquesta Juventudes Musicales-ULE, Juan Luis García, no sale de su asombro por la expectación que ha generado su iniciativa. «Lanzamos la idea para que la gente se animara a hacer los suyos y la verdad no esperaba que Verne en El País se hiciera eco de ello y menos aún que medios latinoamericanos de Chile, Uruguay y México mostrarán su interés en ello, al igual que una librería de Barcelona o una cuenta de twiter en Asturias. Ha funcionado el boca a oreja y ello ha animado a la gente a rebuscar en sus estanterías», asegura García, que reconoce que no es más que un juego en el que las normas las pone uno mismo. «Lo que he hecho es utilizar el formato de Instagram de dimensiones cuadradas, donde tan solo salen los títulos de los libros, ni quito ni pongo ninguna palabra, es lo que hay, los títulos son los que son, y no existe ningún tipo de manipulación», aclara Juan Luis, para quien el resultado de ese proceso son versos que pueden llegar a tener un aire más poético, mientras que otros son como aforismos con un punto de agresividad y los hay también con un toque más humorístico. «Los medios son los mínimos, una fotografía cuadrada realizada con el móvil, sacando tan solo los títulos de los libros, que pueden ser tres o cuatro. Los ‘haikus’ originales son de tres, pero como te dije, no hay reglas en este juego, y en mi caso los tengo también de cuatro títulos», señala García.El primer ‘haiku’ que Juan Luis García fotografió en 2012 rezaba ‘Porno, Correr, Debería caérsete la cara de vergüenza’ y fue resultado del azar. «Los libros no estaban juntos pero sí próximos unos a otros», recuerda García, que reconoce que su habitación está llena de libros y esa mañana, con la mente todavía no muy despejada, vio literalmente esa frase, ‘Por no correr debería caérsete la cara de vergüenza’. «Enseguida vi que era una foto», comenta este inquieto músico y fotógrafo, que confiesa que en Instagram ha realizado numerosas fotografías de libros como objetos plásticos. «Hay un libro de Nick Cave en el que se ve en el lomo el ojo del músico y escritor australiano y si miras la estantería da la impresión de que se está asomando alguien entre los libros. Pero los ‘haikus’ no volvieron a materializarse hasta cuatro años después, cuando en octubre del año pasado decidí retomarlo y comprobar algo que en cierto modo ya me había pasado con las almazuelas, y es que juegas a encontrar un sentido, una relación, en este caso entre libros que no la tienen entre sí, porque los hay de poesía, novela, ciencia...».De todas las combinaciones realizadas en este tiempo, hay una integrada por cuatro libros que le ha gustado especialmente y que dice: ‘Amar es donde el día menos pensado Satán dice la palabra destino’ . También hay otro que le divierte mucho y que reza: ‘No me gustaría palmarla explorando el mundo el fin de semana’, construido a partir de tres títulos de libros, o el que dice: ‘Soy un gato invisible más allá del espejo’. El pasado domingo colgó en Instagram el ‘haiku’ que hace el número 78, de los cuales alrededor de setenta forman parte de la exposición de Kanya Enmarcación que aún puede visitarse hasta finales del mes de junio. Juan Luis García quiere destacar la estructura que Fran Kanya ha montado con la palabra ‘Haiku’ a partir de más de medio centenar de fotografías. La muestra se complementa con los propios libros que García ha utilizado para la elaboración de los haikus y que pueden superar los trescientos. «Lo que proponemos a los visitantes, aparte de ver las fotos, es que enreden en la estantería y fabriquen sus propios haikus. Por eso hay un hashtag (#Haikusdestantería) para etiquetar las imágenes y que los asistentes puedan interactuar en las redes sociales con los libros utilizados para la realización de las fotografías que componen la muestra», indica el artista, cuyo propósito con esta singular iniciativa es que la gente se aficione realmente a los libros, pero no para realizar este juego sino para leerlos y disfrutar de sus contenidos. «Lo bueno de que la gente tenga libros en casa es que se corre el riesgo de que los abra, les pueda llamar la atención y les invite a su lectura. Todos los libros de los haikus cada uno ha salido de una circunstancia, de algún momento o lo has leído en una determinada época en que estabas interesado por determinados temas. El hecho de haber tenido que revolver en las estanterías para elaborar los haikus me ha llevado a releer determinados libros que en su día me interesaron. Después hay muchos libros de poesía que los puedes ir consumiendo en pequeñas dosis. El hecho de volver a abrir un libro te lleva a recordar las circunstancias en las que lo leíste por primera vez y la mayoría de las veces este ejercicio resulta altamente gratificante», concluye García.
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