Javier Ortas expone en la sala Bernesga

Su pintura está cargada de matices poéticos que se adueña de quien la contempla y le introduce en mundos en los que vive, ha vivido o puede vivir

Vicente García
27/02/2019
 Actualizado a 18/09/2019
Javier Ortas con uno de sus cuadros en la galería Bernesga. | VICENTE GARCÍA
Javier Ortas con uno de sus cuadros en la galería Bernesga. | VICENTE GARCÍA
Desde el día 8 al 27 de febrero se puede ver en la sala de arte Bernesga, de la ciudad de León la exposición del pintor Javier Ortas.

Presenta en esta ocasión una serie de acuarelas con ese estilo tan especial que le hace un pintor singular dentro del proceloso mundo del arte. Su obra se basa en siluetas reconocibles por el público en las que se integra una mancha de color plano y sobre el mismo líneas paralelas verticales, horizontales,  inclinadas, onduladas o circulares que dan la forma y el relieve de personajes o lugares.

Porque su estilo consiste solamente en eso, y en estos tiempos donde tan cómodo resultaría pintar basándose en fotografías o imágenes, él se sale de esa normalidad para presentar casas, personas, barcos, mares, árboles, animales… todos los motivos que se le puedan ocurrir y que más que de la imagen parten de su imaginación.

Los temas son variados, los más comunes son las escenas cotidianas en el parque, en casa, en la calle, en el bar, en el campo jugando con cometas, escenas de niños, de parejas y besos o de músicos actuando; además hay alusiones a un tema que le gusta mucho al autor: los relativos a la poesía de Federico García Lorca, así como paisajes con casas, plantas, animales, escenas diversas de lo más corriente.

Además tiene una serie de cuadros dedicados al mar. Son acuarelas en tonos azules, suaves y delicados mostrando barcos de vela, barcos pescando o incluso un hombre sobre su mesa introduciendo maquetas de barcos en una botella; un apasionado de los barcos, es su título.

Una pintura cargada de matices poéticos que se adueña de quien la contempla y le introduce en mundos en los que vive, ha vivido o puede vivir, tanto de su vida normal como una evocación de la infancia y de la fiesta, de todo lo que rodea la vida sencilla del ser humano.
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