Javier Ortas: "El boceto es la expresión más auténtica del pintor"

El autor de los mundos oníricos, del color y las texturas, regresa con sus acuarelas a la galería Bernesga

Vicente García
22/05/2021
 Actualizado a 22/05/2021
El artista Javier Ortas posa ante una de las obras que expone en la galería de arte Bernesga. | VICENTE GARCÍA
El artista Javier Ortas posa ante una de las obras que expone en la galería de arte Bernesga. | VICENTE GARCÍA
Fue hace poco cuando Javier Ortas presentó su obra en la galería Bernesga, pero parece que ha pasado una eternidad. En dos años ha habido una pandemia, un confinamiento, toque de queda, estado de alarma, cierres perimetrales… expresiones que casi desconocíamos y se han vuelto comunes. Y muchas muertes a causa de una enfermedad que era nueva y desconocida. Para todos terrible, pero en algunos casos ha significado un trabajo más intenso, sin distracciones, es lo que ha ocurrido con este autor. En esta ocasión presenta veinte cuadros, casi todos ellos nuevos, y que espera con ilusión que sean bien acogidos por el público leonés.

Ha aprovechado la pandemia para pintar mucho más que cuando no la había porque como él afirma: «el confinamiento nos ha obligado a estar en casa y en el caso de los pintores a centrarnos mucho más en nuestro trabajo, creando y recopilando más obra para cuando se pudiera sacar del estudio más adelante».

Y eso ha hecho trayendo estas veinte acuarelas a la sala Bernesga en las que aborda diferentes temáticas, unas con la figura humana haciendo de base de la composición, como la relacionada con los niños: paseos familiares, juegos en la casa y por el campo. Otras son escenas, como los dedicados a la música: pianista y músico urbano. Además el jinete, los jugadores de golf, el desnudo en ‘Intimidad’ y sobre todo su merienda en el campo.

En otras el paisaje tiene su relevancia como en ‘Naturaleza’ y ‘Pueblo en otoño’, así como la unión de formas y paisajes en ‘Espantapájaros’. Por último los peces del ‘Arrecife tropical’ o del acuario. Un grupo de temas tratados con ese sentimiento poético que le da el autor a base de contenido, forma, color y texturas tan singulares.

El inicio de sus obras es la idea, que va modelando hasta alcanzar el boceto, como dice: «Normalmente hago varios esbozos con mis ideas y luego lo reflejo de una manera bastante fiel a lo que he pensado en un boceto. No me gusta retocar más tarde y manipularlo tratando hacerlo más exacto, me gusta conservar el boceto, porque creo que esa idea original es la expresión más auténtica del pintor».

Su técnica es la de la acuarela, que domina perfectamente y que resulta complicada, pero muy efectiva para mostrar esas ideas: «En la acuarela se debe tener un gran control y precisión a partir del boceto, es la técnica que me gusta porque es la más imaginativa». Sus cuadros son el resultado de ese trabajo continuado con el que ha creado un particular universo tan singular e imaginativo.

Además esta técnica se complementa con un fondo colorista de texturas y nos lo explica así: «Las líneas y texturas las he ido viendo a lo largo del tiempo de dibujar sin un modelo y he tenido que ir conociendo qué elementos se ajustan más a la figura y con cuáles consigues lo que quieres expresar». Y esas líneas tienen un objetivo en la obra, pues le dan esa vida que tienen sus pinturas. También comenta acerca de ello: «Es importante que exista ese juego de líneas para contrastar unos elementos con otros, para integrarlos, para dar profundidad de campo y para conseguir distintos efectos, de serenidad o desasosiego para lo que tiene que haber un juego con esas formas».

Acerca de su trabajo en estos dos últimos años dice: «Son tiempos grises, oscuros y tristes y yo he intentado que eso no hiciera mella en mi trabajo, he tratado de mantener la ilusión y dar el color y la alegría que yo doy a mi trabajo, y ahí está la obra, que es lo fundamental».

La pandemia, por otro lado, ha tenido para él efectos negativos, ya que la exposición que presentó en Zamora en marzo del pasado año se le vino abajo a causa del confinamiento, y todo lo que había programado no se pudo hacer, tanto exposiciones en el ámbito nacional como internacional, pues se suprimieron varias cosas que tenía pensadas. Dice resignado: «Ha sido así y hay que asumirlo».

Una vez que se retome la vida normal tiene varios proyectos de exposiciones, la más interesante, le parece una exposición permanente que ya funciona en un barco de Brittany Ferries que une España (Santander), Inglaterra (Portsmouth) y Francia (Cherbourg) donde hay varias salas con sus pinturas, aunque aún no ha podido verlas a causa de la pandemia.

Tiene varios proyectos, además de sus pinturas, sobre todo la comercialización de productos que no son cuadros: tarjetas postales, tejidos… para llevar a diferentes países del mundo porque hay que diversificar.

Su exposición estará colgada en la sala de arte Bernesga hasta el próximo día 2 de junio. Es muy recomendable visitarla para conocer de primera mano su universo particular.
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