Javier Bermejo: "Ha sido bonito meterse en la piel de un refugiado"

El actor leonés es parte del elenco artístico de la obra ‘Auto de los inocentes’, que este miércoles se representa en el Auditorio Ciudad de León en el tramo final de una gira que en un principio contempló recorrer varias catedrales

Joaquín Revuelta
21/05/2019
 Actualizado a 19/09/2019
Javier Bermejo (a la izquierda de la imagen) es uno de los intérpretes de la obra que llega el miércoles a León.
Javier Bermejo (a la izquierda de la imagen) es uno de los intérpretes de la obra que llega el miércoles a León.
El actor de Sahagún de Campos, Javier Bermejo, es uno de los componentes del elenco artístico de la Compañía Nacional de Teatro Clásico que este miércoles a las 21:00 horas con entradas a 12 euros pone en escena en el Auditorio Ciudad de León el montaje ‘Auto de los inocentes’, que dirige José Carlos Plaza, responsable igualmente de la dramaturgia junto con Pedro Villora. La obra reúne el ‘Auto de los Reyes Magos’, el texto más antiguo que se conserva del teatro español, tres piezas del Romancero viejo y sendos fragmentos del auto de ‘La vida es sueño’ de Calderón y del auto ‘El hospital de los locos’ de Valdivielso, para vertebrar una historia actual centrada en el presente trágico de un campo de refugiados, con los conflictos morales representados en los educadores, cooperadores y residentes del campo. Tras su estreno en el Teatro de la Comedia el pasado 21 de septiembre estaba previsto que la obra realizara una gira por diferentes espacios religiosos, entre otros las catedrales de Toledo, Burgos, Valladolid y Santiago. Sin embargo, tan solo el templo de Toledo acogió la representación del ‘Auto de los inocentes’ el pasado 4 de enero y desde entonces ninguna otra catedral ha vuelto a hacerlo de este montaje que se despide el próximo 2 de junio en la localidad riojana de Arnedo.

Javier Bermejo no sabe muy bien los motivos que han llevado a los responsables eclesiásticos a frustrar la gira por las citadas catedrales tras su paso por la de Toledo, si bien tiene la sospecha de que «‘Auto de los inocentes’ no era lo que la iglesia esperaba al establecer una crítica sobre el (mal) trato que en general se dispensa a los refugiados», opina el actor leonés, para quien el ‘Auto de los Reyes Magos’ apenas ocupa diez minutos de una representación que en el estreno en Madrid duraba cerca de dos horas y que para la gira por provincias se ha reducido a hora y media.

Preguntado cómo llegó a este proyecto que ha supuesto un salto cualitativo en su trayectoria profesional tras militar en varias compañías locales y en la vallisoletana Teatro Corsario, Bermejo reconoce que fue a través de una prueba de casting y gracias a la mediación de uno de los estrechos colaboradores de José Carlos Plaza, Carlos Martínez-Abarca, quien fue su profesor en la Escuela de Valladolid. «Ha trabajado mucho con Plaza como actor y ayudante de dirección y fue él quien me hizo entrar en la prueba de casting, con quien por cierto también he trabajado a nivel profesional», comenta el actor de Sahagún, cuyo personaje en la función es el hijo de una familia de refugiados sirios que se ven obligados a tener que abandonar todo lo que tenían en su país de origen. «Buena parte de la acción gira en torno al personaje que interpreto, pero en este caso no se puede hablar de papeles protagónicos, porque la obra muestra diferentes puntos de vista, el de los refugiados y el de los responsables del campo. La verdad es que desde el primer día me enamoré del personaje, que es uno de los hijos de una familia pudiente que se ve obligada a abandonar su país y sufre la pérdida de la madre durante el viaje en patera», comenta el actor, para quien la inclusión del ‘Auto de los Reyes Magos’ dentro de la obra tiene un significado especial. «Siempre que hablamos de Jesús, del Mesías, y de sus padres, María y José, pocas veces reparamos en el hecho de que ellos también tuvieron que huir tras ordenar Herodes matar a todos los recién nacido y menores de dos años. Curiosamente no queremos ver que Jesús era un huido y que gente de mentalidad cristiana ve a los inmigrantes y refugiados como un problema, cuando lo que están adorando es lo que ellos mismos rechazan. Ese es el germen de todo y resulta tan obvio que es muy crudo de ver, seguramente por eso esa crítica que lanza la obra en algún ámbito no ha sido muy bien recibido», sostiene Bermejo, para quien el mensaje de ‘Auto de los inocentes’ encierra igualmente un mensaje de esperanza en un mundo mejor. «En un momento determinado uno de los personajes de la función, mi hermana en la ficción, se lamenta de que su madre ha fallecido, de que ya no tienen ni casa ni país, de que no son nada cuando lo tenían todo, pero desde el campo alguien le recuerda que todavía conserva su más preciada posesión, que es la vida, y mientras tenga la vida puede luchar por un mundo mejor. Al final no queda más remedio que vivir y tirar adelante», destaca el actor leonés, que califica la experiencia de formar parte de la Compañía Nacional de Teatro Clásico como trascendental en su carrera. «Yo empecé en mi pueblo, Sahagún de Campos, luego me vine a León y más tarde me fui a Valladolid. Trabajar con Corsario fue un paso adelante y esto ha sido otro paso más, si cabe más importante, porque no deja de ser la Compañía Nacional de Teatro Clásico. Además, acabo de estrenar ‘Divinas palabras’ con el Centro Dramático Nacional y de nuevo bajo la dirección de José Carlos Plaza. Pero volviendo a la obra que nos ocupa, lo más bonito ha sido la experiencia de meterse en la piel de estas personas. Me pone muy triste cuando la gente habla con tanta facilidad de los inmigrantes. Nos creemos con todo el derecho a opinar que tienen más facilidades que nosotros cuando esto no es así o al menos yo no lo veo. Creo que el mundo es de todos, que nadie tiene la posesión de nada y que ante todo somos seres humanos».

Javier Bermejo comenta que el periplo de ‘Auto de los inocentes’ iniciado en el Teatro de la Comedia en septiembre del pasado año está a punto de finalizar, pues tan solo restan las funciones de este miércoles en León y la del próximo 2 de junio en Arnedo. «La función del Auditorio es casi una despedida y me agrada que así sea porque recibir en casa a la gente es muy especial», reconoce Bermejo, que volviendo a su implicación en el nuevo montaje de José Carlos Plaza, ‘Divinas palabras’, recuerda que se trata de nuevo de una coproducción entre Producciones Faraute y el Centro Dramático Nacional. «Gracias a mi participación en ‘Auto de los inocentes’ he podido reengancharme en este nuevo proyecto y la verdad es que estoy muy contento. Hemos estrenado el 9 de mayo en Jerez de la Frontera, tenemos ya cerradas plazas como Huelva, Gijón, etc, hasta que hagamos la temporada en el Teatro María Guerrero de Madrid en los meses de diciembre y enero. Cuenta con un reparto fabuloso, pues están María Adánez, Diana Palazón, mi maestro Carlos Martínez-Abarca, Luis Rallo, Alberto Berzal, Chema León, José Luis Santar y María Heredia, un equipazo», sostiene el actor leonés, que no cree que este nuevo montaje nacional le aparte de sus compromisos con las compañías leonesas. «La verdad es que este sábado estreno ‘La inconclusa’, una obra que estoy dirigiendo con el grupo leonés Teatro en obras. Acabo de colaborar con Aula T en una función de microteatro. La verdad es que me cuesta mucho desprenderme de mi tierra. Ojalá llegue el día en que me cueste volver porque sería una buena señal, pero el teatro te permite estas cosas
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