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Insensatos e insensívoros

12/11/2017
 Actualizado a 17/09/2019
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Perrona, el hermano mayor de Perrina y Céntimo tal y como ordena el Fondo Monetario Internacional, era grande como un castillo y alabancioso, pero contaban que por la noche le entraba algo el miedo porque en los oscuro no se ve y vete a saber qué habrá detrás de un seto, o pared.

El caso es que un día volvía de todo el día segando, a doble marayo incluso, y se puso a oscurecer sin que nadie se lo ordenara. Venía con la guadaña al hombro y, de pronto, se la sujetaron por detrás. Quedó quieto, como Rajoy en el logopeda, y asustado. No le entraba la marcha alante y él quieto, hasta que llegaron los otros segadores al lugar de autos.

- ¿Pero qué haces ahí pasmao, sin moverte y con la guadaña trabada en la rama de un espino?

Se dio cuenta que nadie le sujetaba, que no venían a pasarle factura por haberle quitado el agua del riego a nadie, ni por haberle movido un mojón, y soltó la guadaña de la rama, la bajó y de un golpe seco cortó de raíz todo el espino. Y, al verlo en el suelo, comentó ufano: «Y si es un hombre, igual va».

Ya sé que os estáis preguntando a santo de qué viene la pejiguera del espino y la guadaña, pues viene en lo tocante a los telediarios y el tema. Que resulta que estábamos viendo paisanos que no hacían más que decir que «si es un hombre igual va», en varios idiomas, porque estaban seguros de que era un espino, pero cuando les avisaron de que no eran espinos marcharon corriendo y está toda Canaletas sembrada de guadañas que dejaron allí tiradas en su huida. Dicen en Almuzara que igual es que les avisaron de que ya les habían ingresado la herencia del abuelo Florenci y marchaban corriendo a actualizar la cartilla.

Ya lo dice Sidoro, que piruleó mucho El Turó de la Peira: «Estos, además de insensatos son insensívoros».
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