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Impuestos simbólicos

14/08/2019
 Actualizado a 19/09/2019
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Salir de León cuesta... sobre todo si se va por autopista a Asturias, Astorga o Madrid. Y si se va a Salamanca o a Valladolid, las carreteras son penosas. Es la realidad de una provincia en la que las infraestructuras aún tienen que mejorar mucho por más que unos y otros pongan sobre la mesa sus éxitos y los fracasos de los contrarios. Ayer se vio un nuevo capítulo de esta lucha entre partidos, con PP y PSOE alardeando de sus inversiones pero sin que se sigan sin solucionar las grandes carencias de la provincia leonesa.

Y todo seguía su tónica habitual hasta que apareció el ministro de Fomento. No es una idea nueva, ni siquiera podría ser un globo sonda porque ya lleva tiempo en el panorama político y económico la idea de cobrar por utilizar las autovías públicas gratuitas del Estado (y por extensión las de la Junta de Castilla y León, como ocurre con la que va hacia Burgos).

Ábalos lo llama impuesto simbólico, pero supongo que será para él, que viaja en coche oficial o, como ocurre siempre que llega alguien del Gobierno a la capital, en AVE, por lo que ni siquiera ve de lejos cómo está la autovía entre León y Benavente o la eternamente prometida entre la capital leonesa y Valladolid. Si realmente se obliga a abonar aunque sea un euro por circular por ‘autovías’ como la que llega a la provincia zamorana, habrá que sumar más dinero por tanto a lo que se supone el transporte más accesible si se tiene en cuenta que el AVE no es precisamente lo más barato del mundo y el autobús te hace perder tiempo en cada trayecto.

Pero lo peor de esta idea, lanzada ayer de nuevo para que tengamos de qué hablar durante este puente (¿habrá consejo de ministros con hachazos como ocurría con Rajoy?), es que no es una iniciativa del Gobierno de Pedro Sánchez, sino de los grandes constructores.
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