Igea defiende la decisión "prudente" de haber suspendido la vacunación

AMPLIACIÓN | El vicepresidente de la Junta afirma que no apoyarán al Gobierno “en la no decisión” y recuerda que el Consejo Interterritorial de Salud “corroboró” la postura de la Junta

Ical
08/04/2021
 Actualizado a 08/04/2021
igea-8421.jpg
igea-8421.jpg
El vicepresidente y portavoz de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea, pidió este jueves disculpas “por la precipitación y las molestias ocasionadas” tras la decisión este miércoles del Gobierno autonómico de suspender cautelarmente la vacunación con AstraZeneca, pero defendió que, con ello, el Ejecutivo castellano y leonés hizo “lo correcto y prudente”.

Igea, que señaló que dicha decisión “debería haber correspondido al Ministerio de Sanidad” como hicieron otros gobiernos en Alemania, Francia o Finlandia, justificó que, horas más tarde, el Consejo Interterritorial de Salud dio la razón a la Junta al “cambiar las indicaciones” de la vacunación con AstraZeneca y eliminarla para la población menor de 60 años.

“Esto nos va a permitir concentrar la campaña de vacunación en quienes tienen mayor riesgo de padecer complicaciones severas por el coronavirus”, señaló Igea, para quien la Junta mantuvo la “prudencia” necesaria ayer para “no vacunar a miles de personas que se encuentran hoy fuera de indicación” y que, en caso de que se hubiera producido “un evento alto infrecuente pero posible” como un trombo de senos venosos cerebrales, “hubiese sido difícil de explicar a nadie”.

“Toca pedir disculpas pero también explicar el porqué de esta decisión”, continuó señalando Igea en rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, afirmando que “no tenía sentido mantener una decisión, que podía suponer un riesgo para los ciudadanos, por esperar unas horas” a que la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) se pronunciara definitivamente.

Y es que el vicepresidente de la Junta aseguró que no le preocupaba “perder unas horas” de vacunación, sino “haber perdido vidas de manera innecesaria si se hubiera comunicado una reacción adversa grave”. “Todas las decisiones se toman midiendo riesgo y beneficio”, afirmó Igea, para quien “es mejor tomar una decisión impopular y tener críticas de los medios y la oposición, que explicar a algún paciente o familiar algún caso de trombosis severa con riesgo de fallecimiento”.

Dentro del Plan Nacional de Vacunación


También por ello la consejera de Sanidad, Verónica Casado, aseguró no arrepentirse “absolutamente de nada” por la decisión de suspender cautelarmente la vacunación con AstraZeneca durante este miércoles, porque en ella pesó “mucho ser médico y el compromiso con el principio de no maleficencia”.

“Si puedo evitar cualquier problema de salud desconocido hasta ese momento por el retraso en unas horas o en un día de la vacunación con esas dosis, que después vamos a recuperar, estaba muy clara en el platillo de la balanza la decisión a tomar”, afirmó Casado, para quien “primó la prudencia” pero que, en todo caso, quiso “agradecer a los ciudadanos” la comprensión con la decisión.

Una decisión para la que Casado consideró necesario explicar el desarrollo de los acontecimientos en el día de ayer, que comenzó con el conocimiento, en la noche anterior, de unas declaraciones de un miembro del panel de la EMA estableciendo una relación entre la vacuna y los muy pocos casos de trombos de senos venosos cerebrales, de 3,4 por cada millón de vacunados.

Así, la consejera, con el apoyo de la Junta y tras dos conversaciones con la ministra de Sanidad que “dijo que era mi competencia la planificación y organización de la vacunación”, decidió paralizar durante un día la inoculación de dosis con AstraZeneca “hasta saber los cambios que proponía la EMA en base a los problemas encontrados”.

“Pero no se saltaba el Plan Nacional de Vacunación”, mantuvo en todo momento Casado, quien después señaló que se conoció el informe de la EMA, pasadas las 15.00 horas, en la que daba cuenta de dicho evento “muy raro” en personas vacunadas menores de 60 años tras las dos primeras semanas de vacunación y que, en Castilla y León, aseguró que “sería bastante raro que se tenga algún caso” dado que, hasta el día de hoy, se han puesto menos de 90.000 vacunas de AstraZeneca.

Así, y tras la reunión primero de los ministros de Sanidad de la UE y del Consejo Interterritorial de Salud después a lo largo de la tarde de ayer, se decidió “usar la vacuna de AstraZeneca a partir de 60 años de edad y estudiarla para el bloque entre 65 y 69 años”, mientras se paralizaba su uso en menores de 60 años, mientras la EMA sigue estudiando “riesgos y beneficios” de esta vacuna “por cortes de edad” con el objetivo de “generalizar más beneficios y minimizar aún más los riesgos”.

“La decisión del Consejo Interterritorial refuerza la que tomamos por la mañana”, defendió Casado, recordando que se evitó “vacunar a personas que ahora mismo están fuera de la indicación”, pero reiterando su mensaje de “confianza en esta vacuna”, en relación a la de AstraZeneca, porque “igual que las demás, salvará vidas” puesto que tiene “muchos más beneficios que riesgos”.

De hecho, Casado aseguró que, a día de hoy, las reacciones adversas provocadas por las tres vacunas que hasta el momento se están inoculando a la población de Castilla y León, Pfizer, AstraZeneca y Moderna, “no son importantes” y se limitan a “dolor en el punto de la inoculación o inflamación”, dentro de un “seguimiento continuado” por el que, si existen reacciones adversas, “se hace una declaración y se valora si hay vinculación o no”.

Segundas dosis


También se refirió la consejera de Sanidad de la Junta a las posibilidades que se plantean ahora para la inoculación de la segunda dosis de la vacuna de AstraZeneca para aquella población menor de 60 años que se puso la primera de esta marca, señalando que “hay tres vías de estudio” y que, en Castilla y León, se seguirá “a la ciencia”.

Así, uno de los caminos es “valorar que, ya que una sola dosis confiere una inmunidad del 70 por ciento, no se ponga una segunda dosis”. También se plantea “retrasar un poco” la puesta de la segunda dosis en función de los efectos secundarios que puedan surgir en las más de 800.000 personas vacunadas en España con AstraZeneca. Por último, se posiciona la mezcla de vacunas, dentro de un estudio que se está realizando en Inglaterra para saber si “las ARNm pueden potenciar, como dosis de recuerdo, la inmunidad concedida por la primera dosis” de AstraZeneca.

Vacunación en la Consejería


Por último, Casado aseguró que en la decisión tomada este miércoles “no jugó ningún papel” que se fuese a desarrollar la vacunación del personal de la Consejería de Sanidad, al tratarse de una simple coincidencia puesto que “los profesionales a vacunar están incluidos en el calendario y han sido los últimos” de su sector, por lo que, cuando decidió suspender cautelarmente la vacuna con AstraZeneca, “no pensé para nada en la vacunación en la Consejería”.

Además, la consejera de Sanidad señaló que si la vacunación en este caso se hace centralizada en la sede de la Consejería es porque facilita “hacer el mayor número de vacunaciones en el menor tiempo posible”, para lo que están ayudando “los propios médicos y enfermeras que trabajan en la Consejería para no detraer recursos de otros sitios donde se está desarrollando la vacunación”.
Lo más leído