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Dos llenos en la misma tarde para un cura

Dos llenos en la misma tarde para un cura

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Fulgencio Fernández | 19/10/2019 A A
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Dos llenos en la misma tarde para un cura
Comarcas La iglesia primero y la Casa de Cultura después se quedaron pequeñas para acoger a los asistentes al homenaje a Manuel Fresno
«En resumen, rezad por mí que yo os prometo que también lo voy a hacer por vosotros». Fueron las últimas palabras de la homilía que Manuel Fresno pronunció en una abarrotada iglesia de Olleros de Sabero para celebrar sus 50 años como sacerdote, 40 de ellos en este valle que fue minero. En ese momento el abarrotado templo se arrancó con una cerrada ovación que ‘don Manuel’ pidió detener pues, argumentó, «gracias, pero no sé si las ovaciones están bien en una iglesia». Lo curioso es que los trece curas que concelebraban la misa también estaban aplaudiendo.

Recorrió en su homilía algunos pasajes de su vida, con emocionado recuerdo a sus padres, a su madre que falleció cuando él iba para Olleros, después de pasar 10 años entre las nieves de Arbas, una década que resumió en un momento: «Tuvimos que sacar en una escalera, en medio de una gran nevada, a una mujer que iba a dar a luz y el parto no se presentaba bien».

De la iglesia a la Casa de Cultura


Y si llena estaba la iglesia no menos lo estaba la Casa de Cultura, su otra casa, la que ha acogido las 35 semanas culturales que ya organizó en este valle para tratar de sembrar cultura y sensación de futuro en una tierra machacada por el cierre de las minas.

Después de repasar la biografía de Manuel Fresno siguiendo las fotos que se iban proyectando comenzó un acto conducido por Juanfran Martín en el fueron subiendo al escenario para ofrecer breves testimonios gentes vinculadas a este párroco de todos los ámbitos: periodistas José M. López, Trapiello, Alfonso García, Susana Teixeira...), escritores (Gregorio F. Castañón), trabajadores sociales que pasaron por el valle (Félix), niños de las diversas parroquias que cada día atiende, músicos, representantes de juntas vecinales; Fernando Pinhal, profesor de portugués en la comarca, que recordó a los obreros portugueses que un día llegaron al Valle de Sabero... y otros muchos que acompañaban entre el público, el cantaor Pedro El Marqués, alcaldes, diputados provinciales (Sen y García), escritores como Venancio Iglesias, y muchos, muchos vecinos, que repetían la misma palabra que en el escenario: «Gracias», una palabra dicha de mil y formas y maneras para agradecer a este cura, en palabras de Pinalh, «su forma de ser y estar».

Y don Manuel estaba... Pero hecho un flan y, sobre todo, emocionado.
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