Hagan juego

¿Les suena esta frase? Se suele relacionar con un tema bastante oscuro como es el de la ludopatía. Pues, precisamente, hoy vengo a hablar de apuestas, pero alejándome de las que se ven en un casino. Y es que apuestas se hacen en cualquier ámbito de nuestro día a día. Continuamente tenemos que arriesgar y decidir, de eso va la vida. Sucede lo mismo en el mundo del fútbol, y más aún en aquellos clubes cuyos recursos son limitados. Qué fácil sería para una entidad como la Ponferradina, que necesita dar un pasito más para subir al siguiente nivel, poder acudir al mercado de fichajes abriendo el listado de máximos goleadores, jugadores que más regatean o futbolistas por un porcentaje más alto de pases y señalarlos con el dedo diciendo: “quiero a este”. Qué suerte tienen aquellos que pueden permitirse este lujo. Pero, como bien indica el lema del club, aquí somos guerreros, y nos debemos «pelear» con unos cuantos incluso por nombres que pocos conocen. Hay que apostar y acertar. Aldair Neves, un joven jugador de la tercera división de Portugal, es uno de los fichajes que se han realizado. Una apuesta. Derik Lacerda, otro chico extranjero con poco bagaje a sus espaldas y mucho camino por delante, es la última llegada. Otra apuesta. Hasta Kelechi Nwakali, un centrocampista que sí ha demostrado calidad en nuestra liga, creó dudas con su polémica salida del Huesca, quienes lo acusaban de actos de indisciplina. Incluso él tiene una pequeña dosis de apuesta. Al final, es inevitable tener que arriesgar donde otros ni siquiera se fijan porque no lo necesitan. Eso sí, la satisfacción, en caso de acierto, no es igual si se confía en una victoria del Real Madrid que en una del Alcorcón. Y la dirección deportiva de la Ponferradina lleva años favoreciendo «Alcorconazos» con hombres como Copete, Agus Medina, Amir Abedzadeh, Óscar Sielva, Erik Morán, Son, Isi Palazón, José Naranjo… Y así podría seguir hasta el inicio de la liga. Con razón se suele decir que la Deportiva es un trampolín de futbolistas que simplemente necesitan una oportunidad y un escaparate. Confiemos y disfrutemos, que la bolita está a punto de comenzar a girar.