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¿Guerras fratricidas?

13/09/2017
 Actualizado a 16/09/2019
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Voy a plantear uno de los mayores retos de la historia de la política leonesa. Con esa guerra (se supone que fratricida) que vive el PSOE en todos los ámbitos, pero más en esta provincia, apuesto a que nadie es capaz de desentrañar los bandos que actualmente pugnan por liderar el partido en León. Apuesto a que nadie podría acertar a colocar los personajes más importantes de la que fuera una de las agrupaciones más importantes de toda España, de la que salió el último presidente socialista del país, en un hipotético mapa de batalla, como si fuera el Risk y cada líder un ejército de los que se colocan sobre el tablero de este juego de estrategia, que tan bien le viene al PSOE en la actualidad.

Atrás quedan los días en los que parecían dos bandos claros, con una guerra casi a la vista entre José Antonio Diez y Celestino Rodríguez, o ‘Desatinos’, como el primero llamaba al segundo de forma sutil en las ruedas de prensa en las que ambos parecían más preocupados por la lucha interna que por plantar batalla al que se supone que es su rival político, el PP, o (más preocupante aún), por defender a los leoneses e intentar acabar con sus problemas.

Susana Díaz los dejó en el mismo bando, y como la dirigente andaluza perdió en su envite (otra vez se supone que fratricida, aunque ya se ve que en el PSOE de hermanos tienen poco) ante Pedro Sánchez, los Tudanca y compañía empezaron a mover piezas para restar poder a sus facciones. Pero ahora ha quedado todo tan desparramado que no es fácil detectar quién apoya a quién, ni siquiera quién se va a presentar a dirigir un partido que siempre se ha caracterizado por exponer sus problemas en la escena pública pero que ahora ni siquiera parece ser que tenga problemas:solo y simplemente una guerra por el poder.
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