Guadalajara 30 - Ademar 26: 'Castigo a la desconexión y relajación'

La exhibición de Slavic no logra compensar el carrusel de pérdidas y errores de un pésimo Ademar, que se vino abajo tras llegar a estar 3 arriba y cayó ante el necesitado Guadalajara

Jesús Coca Aguilera
15/05/2021
 Actualizado a 15/05/2021
Feuchtmann da un pase ante el agarrón del defensor durante el encuentro. | RAFAEL MARTÍN
Feuchtmann da un pase ante el agarrón del defensor durante el encuentro. | RAFAEL MARTÍN
Sin la excusa del cansancio o la imposibilidad de entrenar que provoca la acumulación de partidos que durante varios tramos de la temporada fue decisiva. Ante un Guadalajara que sólo había ganado uno de sus ocho últimos encuentros y acababa de salir el jueves de un confinamiento tras sufrir un caso de Covid-19. Y con una plantilla notablemente superior por calidad y caché que la que tenía enfrente.

Todos esos condicionantes tenía a su favor el Abanca Ademar, pero faltaba uno que a la postre fue muchísimo más decisivo: el de la motivación. Un castigo a la desconexión y la relajación sufrieron los leoneses, donde varios de sus jugadores dan la sensación de haberse dejado ir sin tener nada en juego y que acabó cayendo 30-26 frente a un necesitado Guadalajara, que frente a la desidia mostrada por momentos por los leoneses dejó clara su evidente necesidad de puntuar para salir del descenso y se dejó el alma sobre la pista.

Y eso que con una exhibición tremenda como la que Dino Slavic dejó bajo palos en la segunda mitad (y que esa broma que son en muchos campos las estadísticas oficiales dejó para quien no viera el partido en un 26% de paradas) parece casi imposible perder, y que el arranque de los leoneses fue bueno y para nada hacía presagiar que tras él se vinieran abajo de una forma tan descomunal.

De tres goles (4-7) vencían los de Cadenas en el ecuador de la primera parte, con una defensa muy sólida que de repente pasaría a diluirse, y un ataque fluido que a partir de ahí empezaría a vivir solamente de contraataques, encadenando en estático una pérdida tras otra y estrellándose además continuamente contra un Hombrados que a sus 49 años todavía es capaz de marcar diferencias en la liga Asobal.

Ademar encajó 13 goles en los 16 últimos minutos de la primera parte. El 8-9 fue la última vez que fue ganando Cambiaría por completo el partido tras el tiempo muerto de Rodrigo Reñones, que ganaba su primer partido desde que hace un mes sustituyera a Mariano Ortega en el banquillo alcarreño, pues tras él le daban la vuelta a un choque en el que el 8-9 sería la última vez que irían por delante los leoneses.

Si en 14 minutos el Guadalajara había hecho 4goles, en los 16 que quedaban hasta el descanso se irían hasta los 13, yéndose a vestuarios con dos goles de renta (17-15) sobre un Ademar con múltiples huecos en defensa y sin aportación de la portería, donde Khalifa arrastraba el gris nivel de las últimas semanas y que necesitará ser catapultado el año que viene cuando se quede de primer espada.

Y es que, si los leoneses llegaron vivos hasta el final, fue por la aparición de Dino Slavic. Si hay jugadores como Marchán o Natan que llevan a años luz de su nivel desde hace tiempo, en el caso del croata pese a saber que no seguirá en León su rendimiento ha continuado siendo siempre de sobresaliente.

El Ademar, que se estrelló contra Hombrados, se puso a 1 a falta de 4 y medio y ya no marcó más de ahí al final Cuatro intervenciones seguidas, varias a bocajarro, hizo para que el Guadalajara no se fuera de tres y el Ademar pudiera colocarse a uno (21-20) tras el intento de despegue alcarreño en el arranque de la segunda mitad. En un 56% de paradas estaba después de detener en una contra el lanzamiento inicial y el rechace, con 24-22 en el marcador y Hombrados amargando la tarde a los extremos ademaristas, que se estrellaron una y otra vez contra el meta en lanzamientos claros, incluidos de un Gonzalo que durante toda la temporada había sido un seguro. Y sosteniendo a su equipo se mantuvo hasta que, con los nervios por lo que se jugaban haciendo acto de aparición en el Guadalajara, un penalti transformado por Gonzalo ponía al Ademar a sólo uno (27-26).

Estaban vivos los leoneses, que podían hacer valer en ese final su teórico mejor físico ante un rival que venía de estar encerrado en casa, pero el acierto siguió faltando. Porque Dariel desde el extremo logró el 28-26, Slavic dio una bola extra a los leoneses tras perder otro balón más, pero Kisselev tras un tiempo muerto de Cadenas se topaba con el palo y el gol de Gallardo sentenciaba una victoria que acababa siendo por la máxima diferencia del choque.
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