Genara rompió la barrera del silencio

Genara Fernández recibió este viernes en el mismo acto sepultura y homenaje. Fusilada en 1941 ya descansa en el cementerio de su pueblo, Cirujales

Fulgencio Fernández
11/07/2020
 Actualizado a 11/07/2020
El segundo entierro de Genera, esta vez, al fin, en su pueblo Cirujales. | SAÚL ARÉN
El segundo entierro de Genera, esta vez, al fin, en su pueblo Cirujales. | SAÚL ARÉN
Eran las siete menos diez. La pequeña caja de madera con los restos de Genara Fernández habían sido depositados en un pequeño niño de tierra. La tierra golpeando la caja con sonidos secos era lo único que rompía el silencio. Con las palas tres familiares de Genara —Ángel, Higinio y Emilio—que al acabar la faena se apoyaron en los mangos, se miraron e hicieron un gesto de «ya está. Al fin».

Al fin. 79 años después aquella joven maestra fusilada en 1941 llegaba a su destino, a la tierra de su tierra, a su pueblo, con los suyos, se acababa la ignominia de otro cuerpo más abandonado.

Aquellas paladas ‘secas’ eran el final de la ceremonia religiosa que había pedido la familia para enterrar a esta mujer que, reconocen, «estuvo envuelta en el silencio del miedo y hoy, al fin, tiene una sepultura y una placa que recuerda lo que fue, una mujer valiente y una defensora de la libertad».

Unos minutos antes —y continuó después—había dado comienzo en la plaza de Cirujales donde estuvo la escuela en la que Genara fue maestra, el  acto de reconocimiento que apadrinaba la ARMH, que fue quién exhumó el cadáver. A las seis, la cantautora Isamil9, colaboradora habitual de la ARMH había interpretado una canción cuyos versos decían: «A ti que te creyeron vencida / a tí te traigo mi canto». Más de cien vecinos de la comarca rodeaban a los ponentes, en un ambiente donde se palpaba la emoción. En silencio, bajo un sol casi de justicia que a nadie disuadió de estar allí, al lado de Genara, la maestra a la que recordaron todos los que tomaron la palabra, cada uno se fijó en una faceta de su biografía. Ana Gaitero, la autora del reportaje que dio a conocer el caso de esta mujer, se fijó en su lucha, en su compromiso; lamentó que muriera gente víctimas de un juicio farsa, de expresiones tan falsas como la causa de la muerte: «Fallo cardíaco». Y extendió su reconocimiento a los colegas, al papel de los medios de comunicación.

Ana Cristina Rodríguez, Mari Paz Martínez, Sol Gómez Arteaga o los alcaldes de Riello y Murias apostaron porque nunca llegue el olvido. «Quien baja a una fosa jamás lo olvida», nos contó Ana Cristina.

Gaitero recordó que Genara murió diciendo «¡Viva Rusia!» y que al exhumarla encontraron a su lado la medalla de la Milagrosa. Como este viernes vivieron al lado la ceremonia civil y la religiosa, en perfecta armonía y paz.
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